Primer desplazamiento del juvenil del CE Mataró a tierras aragonesas y primer punto de la temporada para un conjunto que mereció mucho más que un triste empate a cero en la tercera jornada liguera de la División de Honor Juvenil. Ni lo tenerse que quitar antes de las cinco de la madrugada, ni un viaje en autocar de casi cinco horas de duración y ni siquiera un terreno de juego seco donde la pelota no rodaba todo lo deseable, no pudieron con las ganas de puntuar de los amarillo-y-negros, infinitamente superiores al Balsas Picarral. Sobre el campo sólo hubo un equipo y este fue el Mataró. Una línea defensiva impecable, un medio del campo trabajador y con mucha movilidad, y una delantera incisiva y rápida fue el que los asistentes al Campo Municipal El Picarral (Zaragoza) pudieron observar el pasado domingo, 23 de septiembre, en las filas del Mataró. Aún así, faltó el gol. Porque ni la conexión Jordi Pérez-Cata, ni una pelota al palo de Óscar, ni un potente chut de Ribera antes del descanso y ni siquiera Willy en el uno contra uno ante el portero rival, no dieron a los chicos de Pep Barbany y Jordi Pino la merecida victoria.
El equipo de la capital del Maresme salió enxufat desde el primer minuto. Con Serra a la portería; Ribera, Villén, Zou y Moreno en defensa; Saltor y Óscar en el doble pívot; y Jordi Pérez, Castillo, Vicente y Cata en ataque, las ocasiones no tardaron al llegar. En el minuto cuatro, Jordi Pérez avisaba. Y posteriormente Cata, perillossíssim cómo siempre, por dos veces probaba suerte con chuts que salían rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Cubas. El Mataró la tocaba y la volvía a tocar, y Jordi Pérez, secundado por Saltor y Castillo, hacía el que quería cada vez que tenía la pelota. Por doble vez, el extremo derecho amarillo-y-negro centró buscando a Cata, preparado con la caña, pero los defensores locales impidieron que el delantero visitando rematara. Y poco después llegaría la ocasión más clara cuando Óscar picaba magistralmente una falta desde derecha y el larguero se encargaba de evitar que el conjunto mataroní se avanzara en el marcador.
A partir de este momento, el Mataró no llegaba con tanta claridad y el Balsas, equipo de larga tradición a la División de Honor Juvenil, parecía que despertaba; pero Zou, Ribera y compañía no dejaban pasar a nadie y los locales tampoco tenían masas ideas en ataque, pues sólo inquietaron Sierra en dos ocasiones: cuando Toño García no conectó una pelota larga que le habían enviado y que de haberlo hecho habría puesto en graves problemas el meta, y posteriormente, en una jugada rápida, un chut de Nacho que el portero atrapaba muy seguro. Antes del descanso, pero, llegaría una nueva oportunidad del conjunto maresmenc: Ribera enganchaba una pelota desde más allá de la frontal del área y obligaba el portero a desviar a córner el potente chut que iba directo a portería.
El gol no llega
A la reanudación, el Mataró salió a por la victoria. Dominando cómo en la primera mitad, los acercamientos en el área rival eran constantes: Cata lo intentaba a pase de Vicente; Willy, también a paso de Vicente, se encontraba que el portero desviaba su chut en el uno contra uno dentro del área; el centro desde la izquierda nuevamente de Vicente se paseaba por el área sin encontrar nadie que lo empujara al fondo de la portería; y el mismo jugador, unos instantes después, no llegaba a finalizar una jugada entre Castillo, Jordi Pérez y Saltor. Más tarde, Joan Garcia también lo intentaba desde la frontal y, en una jugada posterior, Jordi Pérez, muy listo, provocó que al portero se le escapara una pelota aérea de las manos y le dejó de acicate a Willy porque acabara el trabajo, pero el chut de este lo sacó bajo palos la defensa, que a la salida del portero se había desplegado sobre la línea de gol.
Los entrenadores amarillo-y-negros, que ya habían hecho entrar a Willy, Joan Garcia y Tudi en sustitución de Cata, Vicente y Castillo, siguieron moviendo el banquillo y Pau entró por Jordi Pérez. El Mataró no paraba de intentarlo, pero sin efecto, y cuando parecía que todo acabaría con empate, y después de una segunda parte del Balsas al patadon (prueba es que Sierra sólo tuvo que intervenir prodigiosamente en un perillossíssim córner), una mano de Ribera a la frontal puso la ay al corazón de los visitantes. Finalmente, pero, la falta no tuvo consecuencias, y aunque por el esfuerzo realizado el 0-0 sabe a poco, el Mataró se llevó un punto y se estrena a la clasificación de la División de Honor Juvenil, donde permanece de momento en la parte baja.
Ahora, a por el Badalona
En la próxima jornada, el Badalona visitará el Municipal Carles Padrós. El rival del conjunto mataroní sólo ha perdido uno de los tres partidos disputados y ya sabe el que es ganar a los amarillo-y-negros, pues la temporada pasada consiguió un empate en Mataró y un triunfo al Estadio del Centenario. El enfrentamiento será el próximo sábado, 29 de septiembre, y será entonces cuando los jugadores de Pep Barbany y Jordi Pino tendrán la oportunidad de redimirse del empate conseguido a tierras aragonesas; y es que a buen seguro que si juegan como lo hicieron domingo, las victorias llegarán.
El equipo de la capital del Maresme salió enxufat desde el primer minuto. Con Serra a la portería; Ribera, Villén, Zou y Moreno en defensa; Saltor y Óscar en el doble pívot; y Jordi Pérez, Castillo, Vicente y Cata en ataque, las ocasiones no tardaron al llegar. En el minuto cuatro, Jordi Pérez avisaba. Y posteriormente Cata, perillossíssim cómo siempre, por dos veces probaba suerte con chuts que salían rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Cubas. El Mataró la tocaba y la volvía a tocar, y Jordi Pérez, secundado por Saltor y Castillo, hacía el que quería cada vez que tenía la pelota. Por doble vez, el extremo derecho amarillo-y-negro centró buscando a Cata, preparado con la caña, pero los defensores locales impidieron que el delantero visitando rematara. Y poco después llegaría la ocasión más clara cuando Óscar picaba magistralmente una falta desde derecha y el larguero se encargaba de evitar que el conjunto mataroní se avanzara en el marcador.
A partir de este momento, el Mataró no llegaba con tanta claridad y el Balsas, equipo de larga tradición a la División de Honor Juvenil, parecía que despertaba; pero Zou, Ribera y compañía no dejaban pasar a nadie y los locales tampoco tenían masas ideas en ataque, pues sólo inquietaron Sierra en dos ocasiones: cuando Toño García no conectó una pelota larga que le habían enviado y que de haberlo hecho habría puesto en graves problemas el meta, y posteriormente, en una jugada rápida, un chut de Nacho que el portero atrapaba muy seguro. Antes del descanso, pero, llegaría una nueva oportunidad del conjunto maresmenc: Ribera enganchaba una pelota desde más allá de la frontal del área y obligaba el portero a desviar a córner el potente chut que iba directo a portería.
El gol no llega
A la reanudación, el Mataró salió a por la victoria. Dominando cómo en la primera mitad, los acercamientos en el área rival eran constantes: Cata lo intentaba a pase de Vicente; Willy, también a paso de Vicente, se encontraba que el portero desviaba su chut en el uno contra uno dentro del área; el centro desde la izquierda nuevamente de Vicente se paseaba por el área sin encontrar nadie que lo empujara al fondo de la portería; y el mismo jugador, unos instantes después, no llegaba a finalizar una jugada entre Castillo, Jordi Pérez y Saltor. Más tarde, Joan Garcia también lo intentaba desde la frontal y, en una jugada posterior, Jordi Pérez, muy listo, provocó que al portero se le escapara una pelota aérea de las manos y le dejó de acicate a Willy porque acabara el trabajo, pero el chut de este lo sacó bajo palos la defensa, que a la salida del portero se había desplegado sobre la línea de gol.
Los entrenadores amarillo-y-negros, que ya habían hecho entrar a Willy, Joan Garcia y Tudi en sustitución de Cata, Vicente y Castillo, siguieron moviendo el banquillo y Pau entró por Jordi Pérez. El Mataró no paraba de intentarlo, pero sin efecto, y cuando parecía que todo acabaría con empate, y después de una segunda parte del Balsas al patadon (prueba es que Sierra sólo tuvo que intervenir prodigiosamente en un perillossíssim córner), una mano de Ribera a la frontal puso la ay al corazón de los visitantes. Finalmente, pero, la falta no tuvo consecuencias, y aunque por el esfuerzo realizado el 0-0 sabe a poco, el Mataró se llevó un punto y se estrena a la clasificación de la División de Honor Juvenil, donde permanece de momento en la parte baja.
Ahora, a por el Badalona
En la próxima jornada, el Badalona visitará el Municipal Carles Padrós. El rival del conjunto mataroní sólo ha perdido uno de los tres partidos disputados y ya sabe el que es ganar a los amarillo-y-negros, pues la temporada pasada consiguió un empate en Mataró y un triunfo al Estadio del Centenario. El enfrentamiento será el próximo sábado, 29 de septiembre, y será entonces cuando los jugadores de Pep Barbany y Jordi Pino tendrán la oportunidad de redimirse del empate conseguido a tierras aragonesas; y es que a buen seguro que si juegan como lo hicieron domingo, las victorias llegarán.