El Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres reclama 15 millones de euros a la constructora Altiare, la antigua Proinosa, por haber incomplert el contrato firmado el julio del 2006 para la construcción de la zona deportiva del municipio. El Ayuntamiento pagó la obra con la cesión de unos terrenos urbanizables al centro del pueblo, pero más de cinco años después Proinosa sólo ha acabado el campo de fútbol. El septiembre del 2010 la compañía presentó concurso de acreedores, cuando todavía falta hacer un polideportivo con gimnasio y piscina cubierta, entre otros. La obra pendiente está valorada en 15 millones de euros. El Ayuntamiento quiere esta indemnización económica para poder adjudicar la obra a otra constructora.
El Ayuntamiento de Llavaneres ha acordado romper el contrato que los unía con la antigua Proinosa. El expediente se empezó a tramitar el diciembre del 2010 y el pasado más de septiembre la Generalitat dio su visto bueno. Este es el primer paso, según ha explicado la regidora de Urbanismo, Sandra Carreras, para poder reclamar a Proinosa el dinero correspondiente a la parte del proyecto que no ha ejecutado. Según el proyecto presentado por la misma constructora, la construcción de la zona deportiva de Llavaneres cuesta 17,5 millones, de los cuales sólo se habrían ejecutado 2,5 correspondientes al campo de fútbol. Los otros 15 millones se tendrían que haber destinado a levantar el nuevo pabellón, con gimnasio y piscina cubierta, aparcamiento y campos de fútbol 7 anexos.
El proyecto, de gran envergadura, se impulsó hace dos mandatos. El Ayuntamiento y Proinosa firmaron el correspondiente contrato el julio del 2006. Por parte del Ayuntamiento el acuerdo lo subscribieron el exalcalde Víctor Ros (PP) y Antoni Jiménez (PSC), que era lo entonces regidor de Urbanismo, los dos imputados en el 'caso Pretoria'.
El acuerdo establecía que Proinosa haría la zona deportiva en cambio de los terrenos del antiguo campo de fútbol, pabellón polideportivo, antiguo instituto y piscina municipal, una parcel•la donde caben unos 200 pisos alrededor de una gran plaza pública. La rotura con la antigua Proinosa, pero, supone ahora una carga por los terrenos. Hasta que hasta que no se haya acabado la nueva zona deportiva, no se podrán hacer las obras de las viviendas.
La regidora de Urbanismo, Sandra Carreras, espera que el Ayuntamiento pueda cobrar "pronto" de Proinosa, a pesar de que prevé que la constructora se negará a pagar. Para protegerse jurídicamente, el Ayuntamiento de Llavaneres incluirá una nota en el registro sobre todas las propiedades de la antigua Proinosa, con el objetivo de ejecutar su derecho sobre los inmuebles si la constructora se niega a pagar.
El objetivo del gobierno municipal de CiU y el PP es poder disponer del dinero para volver a licitar la obra pendiente de la zona deportiva y que sea otra empresa la que acabe los equipamientos. Carreras reconoce que ante el actual contexto económico se hará "un proyecto adecuado a los tiempos que corren"
El Ayuntamiento de Llavaneres ha acordado romper el contrato que los unía con la antigua Proinosa. El expediente se empezó a tramitar el diciembre del 2010 y el pasado más de septiembre la Generalitat dio su visto bueno. Este es el primer paso, según ha explicado la regidora de Urbanismo, Sandra Carreras, para poder reclamar a Proinosa el dinero correspondiente a la parte del proyecto que no ha ejecutado. Según el proyecto presentado por la misma constructora, la construcción de la zona deportiva de Llavaneres cuesta 17,5 millones, de los cuales sólo se habrían ejecutado 2,5 correspondientes al campo de fútbol. Los otros 15 millones se tendrían que haber destinado a levantar el nuevo pabellón, con gimnasio y piscina cubierta, aparcamiento y campos de fútbol 7 anexos.
El proyecto, de gran envergadura, se impulsó hace dos mandatos. El Ayuntamiento y Proinosa firmaron el correspondiente contrato el julio del 2006. Por parte del Ayuntamiento el acuerdo lo subscribieron el exalcalde Víctor Ros (PP) y Antoni Jiménez (PSC), que era lo entonces regidor de Urbanismo, los dos imputados en el 'caso Pretoria'.
El acuerdo establecía que Proinosa haría la zona deportiva en cambio de los terrenos del antiguo campo de fútbol, pabellón polideportivo, antiguo instituto y piscina municipal, una parcel•la donde caben unos 200 pisos alrededor de una gran plaza pública. La rotura con la antigua Proinosa, pero, supone ahora una carga por los terrenos. Hasta que hasta que no se haya acabado la nueva zona deportiva, no se podrán hacer las obras de las viviendas.
La regidora de Urbanismo, Sandra Carreras, espera que el Ayuntamiento pueda cobrar "pronto" de Proinosa, a pesar de que prevé que la constructora se negará a pagar. Para protegerse jurídicamente, el Ayuntamiento de Llavaneres incluirá una nota en el registro sobre todas las propiedades de la antigua Proinosa, con el objetivo de ejecutar su derecho sobre los inmuebles si la constructora se niega a pagar.
El objetivo del gobierno municipal de CiU y el PP es poder disponer del dinero para volver a licitar la obra pendiente de la zona deportiva y que sea otra empresa la que acabe los equipamientos. Carreras reconoce que ante el actual contexto económico se hará "un proyecto adecuado a los tiempos que corren"