Restan tan sólo tres semanas para el Concurso de Castells de Tarragona, uno de los acontecimientos más esperados del mundo casteller, y las grandes pandillas afilan las herramientas para llegar al hito en el mejor estado de forma. En otra ocasión, quizás una jornada en un pueblo sin larga tradición castellera, alejado del Maresme, y compartiendo plaza con pandillas de 7, como fue el caso de este el pasado domingo en Guissona, hubiera hecho que los Renacuajos de Mataró se conformaran con una actuación menor. Pero en la primera visita que los de la camisa azul hicieron a la antigua Iesso no se estuvieron de nada, trasladaron docenas de efectivos, y acabaron plantando una de las mejores actuaciones del que traemos de temporada.
El 4 de 8 abrió plaza. Es hacerse repetitivo decir que se cargó y descargar sin dificultad, pero esta es la realidad, y esto no tiene que hacer perder de vista el mérito y el trabajo que comporta cualquier construcción de esta envergadura. Con los ánimos al máximo, y con muchos componentes de las otras dos pandillas a plaza - los anfitriones Margeners de Guissona y los Castellers de Mallorca, que también descargaron todo el que se propusieron - encantados de dar un golpe de mano, los mataronins anunciaron el 3 de 9 con forro. Después de un pie desmontado, el segundo intento fue el bono, y a pesar de que el trabajo para todos los integrantes del castillo fue grande y sin poder decir trigo hasta que no fue al saco y muy ligado, bien es verdad que pocos de los que estaban en plaza tuvieron instantes de duda que la obra completaría todo el ciclo con éxito. El de los maresmencs ha sido el único castillo de nuevo pisos que se ha podido ver este fin de semana a las plazas catalanas.
La torre de 8, a la segunda
Una pequeña sorpresa llegó a la tercera ronda. Cómo no podía ser de otra manera, los Renacuajos volvieron con la torre de 8 con forro, una construcción que repiten por todas partes este año de cara a poder llegar a lograr bien pronto la torre de nuevo con forre y manillas y así convertirse en pandilla de Gama Extra. A pesar de tenerla apamada, la torre se tuvo que desmontar antes de coronarse porque no subía del todo segura. Al segundo intento, y quizás con algún esfuerzo más que de costumbre, la torre se cargó y descargar, convirtiéndose en la que hace diez de la temporada. Dos pilares de cinco sirvieron para cerrar la primera actuación entre las antiguas paredes de la plaza Mayor de Guissona.
El día antes, en la tradicional jornada de la Fiesta del Once de Septiembre en Argentona, los Renacuajos – entre los cuales hay un buen número de argentonins – trajeron a plaza la torre de 7, el 4 de 8, el 4 de 7 con la aguja, y lo jacto de 5 con señeras.
El 4 de 8 abrió plaza. Es hacerse repetitivo decir que se cargó y descargar sin dificultad, pero esta es la realidad, y esto no tiene que hacer perder de vista el mérito y el trabajo que comporta cualquier construcción de esta envergadura. Con los ánimos al máximo, y con muchos componentes de las otras dos pandillas a plaza - los anfitriones Margeners de Guissona y los Castellers de Mallorca, que también descargaron todo el que se propusieron - encantados de dar un golpe de mano, los mataronins anunciaron el 3 de 9 con forro. Después de un pie desmontado, el segundo intento fue el bono, y a pesar de que el trabajo para todos los integrantes del castillo fue grande y sin poder decir trigo hasta que no fue al saco y muy ligado, bien es verdad que pocos de los que estaban en plaza tuvieron instantes de duda que la obra completaría todo el ciclo con éxito. El de los maresmencs ha sido el único castillo de nuevo pisos que se ha podido ver este fin de semana a las plazas catalanas.
La torre de 8, a la segunda
Una pequeña sorpresa llegó a la tercera ronda. Cómo no podía ser de otra manera, los Renacuajos volvieron con la torre de 8 con forro, una construcción que repiten por todas partes este año de cara a poder llegar a lograr bien pronto la torre de nuevo con forre y manillas y así convertirse en pandilla de Gama Extra. A pesar de tenerla apamada, la torre se tuvo que desmontar antes de coronarse porque no subía del todo segura. Al segundo intento, y quizás con algún esfuerzo más que de costumbre, la torre se cargó y descargar, convirtiéndose en la que hace diez de la temporada. Dos pilares de cinco sirvieron para cerrar la primera actuación entre las antiguas paredes de la plaza Mayor de Guissona.
El día antes, en la tradicional jornada de la Fiesta del Once de Septiembre en Argentona, los Renacuajos – entre los cuales hay un buen número de argentonins – trajeron a plaza la torre de 7, el 4 de 8, el 4 de 7 con la aguja, y lo jacto de 5 con señeras.