Obligados a programar menos conciertos que el año pasado porque la coyuntura económica no da por más, desde el Fomento Mataroní han apostado para mantener la calidad de todas las propuestas que integran su temporada de música de 2012. El ciclo de conciertos este año celebra su décimo aniversario, convertido en el gran referente para los amantes de la música clásica y sinfónica de la comarca. Nohabrá ninguna cita especial conmemorativa, porque los pocos recursos de que dispone la entidad no lo permiten, pero si que será un año lleno de buenos recitales. Así lo defendieron los responsables de Fomento en la presentación de la temporada, con el presidente Ramon Salicrú y el programador Antoni Villano al frente.
Por motivos presupuestarios, la programación tan sólo abarca el primer semestre del año, y se divide cómo es habitual entras grandes ciclos. El de conciertos sinfónicos, que acoge las propuestas más destacadas; el de conciertos de cámara y jóvenes intérpretes, con recitales más íntimos y de nuevas prometidas de la música clásica; y el de Zarzuela, el único que cuenta con una oferta repartida durante todo el 2012, puesto que mantiene un público muy fiel. Cosa que no pasa con los otros dos ciclos, tal y cómo lamentan los responsables de la programación, que más de un golpe se han encontrado plateas demasiado vacías en conciertos que merecían mucha más asistencia. La oferta consta de un total de 18 recitales.
Entre las propuestas más destacadas,figuran lo orquesta Cámara Musicae, con Gerard y Jordi Claret al violín y el violonchelo respectivamente; la mezzosoprano Marta Infante, acompañada por la orquesta Barroca Vísperas de ARnadí; el tenor mataroní Josep Fadó, que estará acompañado por la soprano Ana Puche y la pianista Anna Creixells; o el dúo de piano de Mireia Forntells y Joan Miquel Hernández, que han ofrecido actuaciones al Palau de la Música y al Auditorio de Barcelona. Un buen puñado de conciertos que servirán para "celebrar esta larga etapa trayendo buena música a la ciudad y en la comarca", en palabras de Villano.
Público y privado
La presentación de la temporada sirvió de estreno para el nuevo director del IMAC, Josep Maria Torrent. El Fomento actúa desde hace años como programador oficial de música clásica de la ciudad, una "concesión" que la IMAC mantiene muy gustosamente. "En un momento en que las entidades públicas estamos carecidos de recursos, tenemos que tener mucho en consideración el papel de la sociedad civil para salir adelante proyectos culturales", dijo Torrente, que valora "de forma muy positiva" la col•laboració con la iniciativa privada en el campo cultural. En este sentido, Ramon Salicrú destacó que el más importante de las entidades como el Fomento no es "su titularidad", sino que su función "esté abierta a todo el mundo". Salicrú defendió la voluntad del Fomento de "promover la cultura en mayúsculas".
Un nuevo espacio
Uno de los aspectos más importantes de esta nueva temporada del Fomento Mataroní es el estreno de un nuevo recinto para conciertos. Se trata del Espacio F, situado a pie de calle, y que hasta el año pasado se había empleado como sala de exposiciones de la IMAC. La entidad recupera esta sala y la convierte en un espacio multifuncional, ideal para conciertos de pequeño formato, pero también para obras de teatro, proyecciones de películas o encuentros y fiestas de entidades y particulares. La temporada de conciertos tambiéncelebrará algunas de las citas de pequeño formato.

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El primer concierto, a cargo de Basura Cuarteto de cuerda
El primer recital de la temporada del Fomento llegará de la mano de Basura Cuarteto de cuerda, que trae su nuevo trabajo, Modernos, en el marco del proyecte Cultura Gira. En esta ocasión, el cuarteto hace un pequeño recorrido por el llamado "modernismo musical" de principios del siglo XX. El primer concierto de la gira será el que ofrecerán este sábado, día 21, en Mataró. Brossa Cuarteto de cuerda procura buscar la singularidad en cada uno de sus trabajos y traer a los escenarios las músicas que en alguna época de la historia, para ser innovadoras o contrarias a los cánones, a menudo han sido menystingudes o consideradas por algún sector abres execrables, es decir, "basura". Por otro lado, parte de su repertorio se basa en revisiones en clave actual de la interpretación y vigencia de obras reconocidas y de repertorio clásico. Pero por encima de las etiquetas musicales, el cuarteto pretende encontrar espacios comunes y diálogo entre músicas de todos los estilos. En este concierto, Brossa Cuarteto de cuerda hace un pequeño recorrido ecléctico por las diversas vertientes del estilo que dominó en la música clásica a principios del siglo XX y que fue sintetizado bajo la etiqueta de "modernismo musical".
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