Lucila Garcia y Jasmina Debritto han decidido prescindir de la escuela cuna. Estas madres no quieren perderse los primeros aprendizajes de sus hijas y las circunstancias personales una hace un horario reducido por la tarde y la otra no trabaja los han permitido, todo y los esfuerzos económicos, educar las menudes en casa. Pero la educación de los niños comporta retos, dificultades y dudas que no siempre se pueden resolver en solitario. Para ayudar las familias que, como la Lucila y la Jasmina, hayan decidido subir sus hijos lejos de la escuela cuna, el Ayuntamiento de Mataró ha puesto en marcha el llamado Espacio Niños y Familia, un espacio de encuentro para las familias y sus hijos donde pueden compartir opiniones y experiencias entre ellas y con una educadora profesional que dinamiza y orienta las reuniones. «Yo buscaba un grupo de madres y padres para poderme relacionar y al mismo tiempo que mi hija pudiera jugar con otros niños y compartir experiencias que, sino, como que no va a la escuela cuna, no tendría», explica la Lucila, que fue de las primeras a apuntarse a este nuevo servicio que se ofrece en la escuela cuna La Riereta.
En este espacio que a pesar de estar centralizado en una escuela, es abierto en toda la ciudad se ofrecen dos tipos diferentes de servicios. El primero, que es el que empezó al mes de octubre, se ha denominado Espacio Familiar y está destinado a familias con niños de hasta tres años que no han sido escolarizados. A cada sesión, que se ofrece un golpe por semana en horario por la mañana, los padres y madres y sus niños comparten dos horas en las cuales se llevan a cabo actividades diversas expresamente pensadas para los niños, mientras que los adultos debaten cuestiones referentes en la educación de los menuts: «Aquí nadie sabe más que el otro y las familias no vienen a recibir lecciones sino a compartirlas», asegura Coral Gómez, la educadora responsable del Espacio. «A veces comentamos un artículo o algún tema de actualidad, o hablamos de las cosas nuevas que van aprendiendo los niños», explica Gómez. Temas como la alimentación más adecuada según la edad o la elección del futuro centro escolar de primaria son algunos de los temas que han tratado los asistentes a las primeras sesiones. En un futuro, explica Gómez, también está previsto dedicar sesiones a temas monográficos cómo, por ejemplo, a los primeros auxilios. En estas sesiones se podría contar con la presencia de expertos en el tema. «Aquí los niños pueden compartir el tiempo con otros niños y así no los vendrá tanto de nuevo el cambio cuando vayan a la escuela», afirma Debritto, otra de las madres que participa a las sesiones.
Pero, además de este servicio, el Espacio Niños y Familia también ofrecerá próximamente un segundo servicio destinado a padres y madres que acaban de tener un hijo. En este caso, el Espacio Bebé estará más enfocado a resolver las dudas de los adultos a la hora de criar sus hijos.
Un servicio con precedentes
Hace aproximadamente diez años ya se llevó a cabo una experiencia similar en el Espacio Niños y Familia en el antiguo centro cívico Alarona, del Plan de en Boet, que duró sólo unos meses. Ahora se ha mirado de recuperar el espíritu de aquella experiencia con este nuevo servicio del cual también existen precedentes en otros ciudades catalanas, como por ejemplo Barcelona, Castelldefels o Sant Feliu de Llobregat. «Son servicios que intentan responder a la pluralidad de la sociedad, a la diferencia de horarios de las familias y otras circunstancias», explica el regidor de Educación, Pep Comas. Según Comas, en este nuevo modelo de educación la escuela cuna se tiene que convertir «en el equipamiento de referencia alrededor del cual se organicen otros servicios».
En este espacio que a pesar de estar centralizado en una escuela, es abierto en toda la ciudad se ofrecen dos tipos diferentes de servicios. El primero, que es el que empezó al mes de octubre, se ha denominado Espacio Familiar y está destinado a familias con niños de hasta tres años que no han sido escolarizados. A cada sesión, que se ofrece un golpe por semana en horario por la mañana, los padres y madres y sus niños comparten dos horas en las cuales se llevan a cabo actividades diversas expresamente pensadas para los niños, mientras que los adultos debaten cuestiones referentes en la educación de los menuts: «Aquí nadie sabe más que el otro y las familias no vienen a recibir lecciones sino a compartirlas», asegura Coral Gómez, la educadora responsable del Espacio. «A veces comentamos un artículo o algún tema de actualidad, o hablamos de las cosas nuevas que van aprendiendo los niños», explica Gómez. Temas como la alimentación más adecuada según la edad o la elección del futuro centro escolar de primaria son algunos de los temas que han tratado los asistentes a las primeras sesiones. En un futuro, explica Gómez, también está previsto dedicar sesiones a temas monográficos cómo, por ejemplo, a los primeros auxilios. En estas sesiones se podría contar con la presencia de expertos en el tema. «Aquí los niños pueden compartir el tiempo con otros niños y así no los vendrá tanto de nuevo el cambio cuando vayan a la escuela», afirma Debritto, otra de las madres que participa a las sesiones.
Pero, además de este servicio, el Espacio Niños y Familia también ofrecerá próximamente un segundo servicio destinado a padres y madres que acaban de tener un hijo. En este caso, el Espacio Bebé estará más enfocado a resolver las dudas de los adultos a la hora de criar sus hijos.
Un servicio con precedentes
Hace aproximadamente diez años ya se llevó a cabo una experiencia similar en el Espacio Niños y Familia en el antiguo centro cívico Alarona, del Plan de en Boet, que duró sólo unos meses. Ahora se ha mirado de recuperar el espíritu de aquella experiencia con este nuevo servicio del cual también existen precedentes en otros ciudades catalanas, como por ejemplo Barcelona, Castelldefels o Sant Feliu de Llobregat. «Son servicios que intentan responder a la pluralidad de la sociedad, a la diferencia de horarios de las familias y otras circunstancias», explica el regidor de Educación, Pep Comas. Según Comas, en este nuevo modelo de educación la escuela cuna se tiene que convertir «en el equipamiento de referencia alrededor del cual se organicen otros servicios».