En su intento de diversificar la oferta con propuestas escénicas no estrictamente convencionales y poder captar sectores diversos de público, el Monumental ha acogido una pieza de teatro documental en la segunda cita programada en este tramo de temporada. Se trata de 'MIVION (Radio Sarajevo)', un nuevo montaje de la compañía que responde al nombre de 'La Conquista de Pol Sur', que en febrero de 2019 ya había presentado aquí mismo la obra 'Raphaëlle', gracias a la participación del teatro mataroní en un proyecto de espectáculos singulares promovido por el consorcio Red Transversal.
Trayectoria
'La Conquista de Pol Sur' se fundó como formación teatral en 2010. Integrada por Carles Fernàndez Giua y Eugenio Szwarcer, en sus montajes siempre indaga documentalmente y con formatos dramatúrgics innovadores sobre cuestiones que tengan implicaciones sociales de actualidad y que motiven reflexión y debate, tanto en el plan racional como en el emotivo.
El año 2014 inició una trilogía llamada 'Mujer, historia e identidad' que todavía gira y que es seguramente su producción más conseguida. En cada una de las tres partes ha dado nombre y protagonismo a una persona que no es profesional de la escena para relatar sus experiencias individuales verídicas, siempre llenas de implicaciones colectivas. La primera era 'Nadia', una afgana víctima de un bombardeo que tuvo que vivir bajo el régimen de los talibanes haciéndose pasar por chico. La siguiente fue 'Claudia', una mujer argentina hija de desaparecidos durante la dictadura militar, que de muy pequeña fue robada por una familia adicta al régimen. Y la tercera 'Raphaëlle', una joven trans nacida como chico en la Cataluña Norte, con una trayectoria vital de rechazos.
Contra el odio supremacista
Con la misma intención de convertir episodios de realidad socialmente relevantes en materia teatral, ahora la compañía explora a 'MIVION' la tragedia de la guerra que sufrió Bosnia entre 1991 y 1995. Lo hace a partir del testigo de Slobodan Minic, el periodista que había estado director de la sección cultural de Radio Sarajevo y que resistió en la ciudad durante buena parte del larguísimo asedio a qué fue sometida durante el conflicto armado.
Convencido de la potencialidad del micrófono a las olas y de la difusión de la palabra en defensa de la convivencia intercultural y como antídoto de la contaminación de los mensajes de odio de las facciones nacionalistas, Slobodan acudía diariamente a la emisora teniendo que esquivar el impacto de bombas y los rasgos de los francotiradores. Pero en 1994 tiene que abandonar la capital bosnia y refugiarse a Cataluña. Por eso su narración tiene la fuerza de un alegato contra la intolerancia y el supremacismo, pero también el tono pesimista del reconocimiento de la derrota de las propias convicciones, porque el requisito impuesto para el cese de las agresiones no ha estado la conciliación, sino la división por etnias.
'MIVION' se estrenó en 2021 a Terrassa y se ha retomado a partir del último Festival Griego de Barcelona. Con un lenguaje escénico que, como en ocasiones anteriores, evoca el contexto del relato con ilustraciones videográficas, el montaje actual cuenta con la actuación complementaria de dos jóvenes. El actor Marc Soler, que es el que suscita el desarrollo del hilo explicativo de la obra, y la traductora Azra Suljic, que aporta vivencias de su familia, originaria de Srebrenica, la ciudad en que el 1995 miles de bosnios fueron masacrados en una operación de limpieza étnica.[banner-AMP_5]
Hándicap
De todas maneras, se tiene que decir que la representación del Monumental tuvo un hándicap grave. A diferencia de funciones precedentes, Slobodan Minic por cuestiones de salud no pudo realizar ninguno de las intervenciones que hacía desde casa suya y que se reproducían telemáticamente y en tiempo real en escena. Tuvo que ser sustituido por la actuación de Manel Barceló, que posó mucha voluntad, pero el cierto es que la dramaturgia del espectáculo, que ya peca de precaria, sin las palabras en directo de su protagonista pierde mucha consistencia. Y los buenos propósitos no compensan la quiebra.[banner-AMP_6]
Queda, eso sí, el mensaje antibel·licista –muy actual– que sustenta la propuesta y que se podría expresar perfectamente con unos versos anónimos que Ovidi Montllor musicó hace muchos años: maldecidas las guerras y aquel quienes las hizo!