50 años de fútbol a Cereza. 50 años de fútbol al barrio. La UD Cereza comienza este fin de semana los actos de conmemoración por su boda de oro, muy arraigadas al barrio del cual trae el nombre. Se hará la presentación oficial de los equipos, acto que abrirá las puertas del que vendrá después: audiencia en el Ayuntamiento, chocolatada con los más menuts o partidos de alto nivel de todos los equipos de la entidad. Llegar hasta este punto, el de poder celebrar 50 años, no ha sido fácil, pero siempre, como recuerdan los actuales dirigentes de la entidad, con la misma premisa: hacer todo el que se pueda por amor al arte.
"un grupo de chavales que se reunían en un bar decidieron hacer un equipo de fútbol; así de sencillo empieza la historia del club; hicieron un equipo y empezaron a buscar partidos por todo el Maresme". Juan Jose Bravo ha vivido en primera persona la historia del Cereza, y ahora, como actual secretario de la entidad, no tiene problemas al recordar casi todos los detalles de estos 50 años de travesía iniciados el 1961. Uno de los primeros pasos fue conseguir campo propio, construido el 1969 donde ya había algunas divisiones: "allá jugaba el CD Cereza y el CS Cereza; había problemas para pedir cosas, e intentamos sin éxito unir los dos clubes de la ciudad". Y aquí entra la figura de Francesc Melero.
Melero consiguió la unión entre el equipo Immaculada y el CS Cereza, pero no con el otro equipo del barrio. "Hasta el 1976 no se consiguió; finalmente la buena voluntad de Melero salió adelante el proyecto, a pesar de que no fue fácil", afirma Antonio González, también de la junta actual del Cereza. De hecho, un golpe hecha la fusión, los representantes de un club votaban por Melero como presidente y los de la otra por Jose Rodríguez. Cómo que eran los mismos a la junta, siempre empataban. "Melero decidió entonces que para deshacer esta situación, votaría por Jose Rodríguez, y este lo aceptó si él a cambio pasaba a ser su vicepresidente", explican. Posteriormente Melero sería presidente durante un dos periodos, el último muy largo.
La fusión acabó con el que se conoce como UD Cereza, y deportivamente la cosa fue además. Subieron a Segunda Regional y después a Primera Regional, de donde nunca han pasado. Durante los años ochenta se seguía creciendo en equipos, unos seis, mientras que el campo estaba siempre con 200 y 300 forofos y la demasiada social era bastante fiel en número de socios. Según explica Bravo, el primer intento "de escuela de fútbol" vino "el 85, pero no prosperó; llegar al campo era muy complicado antes de la autopista, y esto pasaba factura además de que los niños no podían competir". La aparición del 'campito de Cereza' en noventa sí sirvió para potenciar la base, que durante la segunda parte de la década pasada empezó a crecer con más de 10 equipos. Finalmente, el último mandato de Antonio Jiménez –sustituto de Melero- confirmó el trabajo muy hecho de la entidad. Más líneas por categorías, mejores resultados. El 2003-04 se estuvo a punto de subir a Preferente, pero perdieron " con un rival directo, el Vilassar de Dalt, y se acabó el sueño", y desde entonces la demasiada social, que iba a menos, siguió cayendo. "A los campos no hay mucha gente, y socios sólo somos 80; la nuestra demasiado social son los niños y las familias", afirma Gonzalez.
Con 379 licencias y 22 equipos actualmente, la junta actual quiere mantener el camino de siempre. "Somos pequeños, no podemos competir con Premió, Vilassar y sabemos que el Mataró cuando esté bien es el primer equipo de la ciudad de largo, pero la clave es seguir trabajando como estos 50 años", explica el actual presidente, Juan de los Ríos. "Tenemos buena organización y todo el que hagamos lo hacemos porque nos gusta, como siempre; la fórmula nos tiene que permitir seguir 50 años más", afirma orgulloso.
"un grupo de chavales que se reunían en un bar decidieron hacer un equipo de fútbol; así de sencillo empieza la historia del club; hicieron un equipo y empezaron a buscar partidos por todo el Maresme". Juan Jose Bravo ha vivido en primera persona la historia del Cereza, y ahora, como actual secretario de la entidad, no tiene problemas al recordar casi todos los detalles de estos 50 años de travesía iniciados el 1961. Uno de los primeros pasos fue conseguir campo propio, construido el 1969 donde ya había algunas divisiones: "allá jugaba el CD Cereza y el CS Cereza; había problemas para pedir cosas, e intentamos sin éxito unir los dos clubes de la ciudad". Y aquí entra la figura de Francesc Melero.
Melero consiguió la unión entre el equipo Immaculada y el CS Cereza, pero no con el otro equipo del barrio. "Hasta el 1976 no se consiguió; finalmente la buena voluntad de Melero salió adelante el proyecto, a pesar de que no fue fácil", afirma Antonio González, también de la junta actual del Cereza. De hecho, un golpe hecha la fusión, los representantes de un club votaban por Melero como presidente y los de la otra por Jose Rodríguez. Cómo que eran los mismos a la junta, siempre empataban. "Melero decidió entonces que para deshacer esta situación, votaría por Jose Rodríguez, y este lo aceptó si él a cambio pasaba a ser su vicepresidente", explican. Posteriormente Melero sería presidente durante un dos periodos, el último muy largo.
La fusión acabó con el que se conoce como UD Cereza, y deportivamente la cosa fue además. Subieron a Segunda Regional y después a Primera Regional, de donde nunca han pasado. Durante los años ochenta se seguía creciendo en equipos, unos seis, mientras que el campo estaba siempre con 200 y 300 forofos y la demasiada social era bastante fiel en número de socios. Según explica Bravo, el primer intento "de escuela de fútbol" vino "el 85, pero no prosperó; llegar al campo era muy complicado antes de la autopista, y esto pasaba factura además de que los niños no podían competir". La aparición del 'campito de Cereza' en noventa sí sirvió para potenciar la base, que durante la segunda parte de la década pasada empezó a crecer con más de 10 equipos. Finalmente, el último mandato de Antonio Jiménez –sustituto de Melero- confirmó el trabajo muy hecho de la entidad. Más líneas por categorías, mejores resultados. El 2003-04 se estuvo a punto de subir a Preferente, pero perdieron " con un rival directo, el Vilassar de Dalt, y se acabó el sueño", y desde entonces la demasiada social, que iba a menos, siguió cayendo. "A los campos no hay mucha gente, y socios sólo somos 80; la nuestra demasiado social son los niños y las familias", afirma Gonzalez.
Con 379 licencias y 22 equipos actualmente, la junta actual quiere mantener el camino de siempre. "Somos pequeños, no podemos competir con Premió, Vilassar y sabemos que el Mataró cuando esté bien es el primer equipo de la ciudad de largo, pero la clave es seguir trabajando como estos 50 años", explica el actual presidente, Juan de los Ríos. "Tenemos buena organización y todo el que hagamos lo hacemos porque nos gusta, como siempre; la fórmula nos tiene que permitir seguir 50 años más", afirma orgulloso.