El Auto Limpio&Oil Boet Mataró está sufriendo en el peor momento posible las bajas que tiene a la plantilla. Si ya pesaron las lesiones del trío de Marc (Forcada, Rubio y Hermoso) en el partido vital ante Barberà, la situación no fue muy diferente sábado ante el Mollet, otro rival directo con quien se están jugando la entrada al play-off. Los mataronins recibían los del Vallès con la obligación de ganar para dejar atrás el quinto clasificado, pero las bajas y ciertas decisiones arbitrales protestadas por los de la capital del Maresme condenaron el equipo a una nueva derrota contundente: 86-96. Si el One Ceset gana al Cerdanyola esta tarde, los naranjas caerán al quinto lugar, fuera del play-off.
Los mataronins dominaron buena parte del partido, pero no pudieron sentenciar y a la prórroga acabaron perdiendo ante un rival directo. El equipo tenía además de la baja de Marc Rubio, problemas físicos en los otros dos Hermoso y Forcada y también sobre Carles Canals y Joan Carceller. Menguados de fuerzas, se toparon además con el americano Peaunt, nuevo fichaje del Mollet que anotó 24 puntos y sólo hizo un error en un lanzamiento. Supieron empatar y llevarse el partido a la prórroga ante un Boet que vio como se le escapaba el triunfo.
La derrota con el Mollet tiene consecuencias más allá de de la derrota en sí, y es que el baloncesto-avarage también está perdido con ellos, tal y como pasó la semana anterior con Barberà. Dos derrotas seguidas en casa en el momento más delicado que cambian el que había pasado a la primera vuelta, cuando precisamente el Boet tumbó los dos conjuntos vallesans y se levantó al frente de la liga. Con mucha liga por delante, el margen de error es pequeño y la jornada 26 con el One Ceset será clave. Actualmente hay cinco equipos luchando por el play-off, y con Masnou y Barberà disparados, la batalla parece que será con los gerundenses y el Mollet.
Los mataronins dominaron buena parte del partido, pero no pudieron sentenciar y a la prórroga acabaron perdiendo ante un rival directo. El equipo tenía además de la baja de Marc Rubio, problemas físicos en los otros dos Hermoso y Forcada y también sobre Carles Canals y Joan Carceller. Menguados de fuerzas, se toparon además con el americano Peaunt, nuevo fichaje del Mollet que anotó 24 puntos y sólo hizo un error en un lanzamiento. Supieron empatar y llevarse el partido a la prórroga ante un Boet que vio como se le escapaba el triunfo.
La derrota con el Mollet tiene consecuencias más allá de de la derrota en sí, y es que el baloncesto-avarage también está perdido con ellos, tal y como pasó la semana anterior con Barberà. Dos derrotas seguidas en casa en el momento más delicado que cambian el que había pasado a la primera vuelta, cuando precisamente el Boet tumbó los dos conjuntos vallesans y se levantó al frente de la liga. Con mucha liga por delante, el margen de error es pequeño y la jornada 26 con el One Ceset será clave. Actualmente hay cinco equipos luchando por el play-off, y con Masnou y Barberà disparados, la batalla parece que será con los gerundenses y el Mollet.