A Lamine Yamal, su infancia en el barrio de Rocafonda de Mataró le ha marcado en todos los niveles. El jovencísimo crack azulgrana lo ha vuelto a manifestar este martes, día 29, en la previa del partido de ida de las semifinales de Champions que enfrentará al Barça con el Inter de Milán. "Estoy nervioso antes del partido, eso es bueno, lo tenemos todos los jugadores. Pero ¿miedo? No, porque el miedo lo dejé en Mataró hace tiempo", ha dicho. Motivación y plena confianza, por tanto, ante un partido crucial.
Una nueva muestra, en definitiva, del vínculo que Lamine Yamal mantiene con su barrio, donde creció y donde se formó como persona y futbolista. Este vínculo no solo es conocido por los vecinos de la ciudad, sino que el mismo jugador lo reivindica de manera explícita y emocional cuando se le pregunta por la presión, el éxito o los orígenes, o bien con su ya célebre celebración del 304, el código postal de la zona que él muestra con orgullo.
El miedo se quedó en Mataró, en la plaza de Rocafonda donde daba sus primeras patadas al balón de pequeño. Con esta respuesta, no solo transmite seguridad y madurez, sino que también hace un gesto simbólico hacia su barrio natal, hoy conocido en todo el mundo como el barrio de Lamine Yamal, como si Rocafonda fuera el lugar donde se enfrentó a los primeros retos y forjó el carácter que ahora muestra en el campo.
Una personalidad que con toda seguridad volverá a mostrar este miércoles contra el Inter de Milán, un partido que será el número 100 que Lamine Yamal habrá disputado con la camiseta del primer equipo del Barça. Hito histórico para alguien que aún no ha cumplido los 18 años. Pero el mataronense está más que acostumbrado a romper todos los récords y a afrontar las grandes citas sin que la presión sea una excusa.
"Mientras gane, no me pueden decir nada"
En la previa del partido, Lamine ha dejado muchas otras perlas. En respuesta a las críticas de los madridistas, ha soltado: "Mientras gane, no me pueden decir nada. Cuando me ganen, sí". Una nueva muestra de carácter, impropia de alguien de 17 años. Pero él lo tiene claro. "Para el fútbol no hay edad, va de calidad y de mentalidad. Si estás preparado, estás preparado. La edad es solo un número". Algo que demuestra especialmente en las grandes citas, como el pasado sábado en la final de la Copa del Rey. "¿Presión en grandes partidos? No lo veo como presión, sino como una experiencia para disfrutar", asegura. [banner-AMP_5]
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