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Pol Forn Díaz, físico investigador a Pasadena, California

Testigos de maresmencs que viven en el extranjero

Me llamo Pol Forn Díaz, soy de Arenys de Munt y desde hace un año vivo en la bonita ciudad californiana de Pasadena, en los Estados Unidos. Soy físico licenciado en Barcelona, y después de un doctorado de 5 años en Holanda mis pasos me han traído a cruzar el Atlántico. Soy investigador tabla-doctoral al Instituto Tecnológico de California (más conocido como Caltech) y mi campo de investigación es la popular física cuántica. El proyecto en el que trabajo consiste al desarrollar una nueva tecnología en la que sistemas cuánticos funcionarán como un computador y la información será distribuida a través de redes cuánticas, el que ha sido bautizado ya como la internet cuántico.

Decidí hacer un (otro) cambio de país puesto que en la carrera de formación del científico es básico lograr tanta experiencia como sea posible antes de poder establecerte permanentemente. Cómo acostumbra a pasar en muchos campos de la ciencia, Estados Unidos tiene una oferta muy grande, y buscando la suerte acabé en California. Mi mujer se apuntó a la aventura y tinguent la capital del mundo audiovisual, Los Angeles, al lado de seguida encontró trabajo del que ella se dedica, montar y editar vídeos. Todo y el tiempo que hace que vivo fuera de Cataluña tengo la firme intención de volver. La actual situación no es muy prometedora, pero incluso en los tiempos que corren no se tiene que dejar de luchar por los objetivos a los que uno aspira. En principio acabaré mi estancia de aquí un año y medio.

Los contrastes entre nosotros y la sociedad americana son fuertes, aunque con el que vemos a las películas nos pueda parecer el contrario. El hecho de ser una sociedad extremadamente capitalista hace que la sido intervenga muy poco, y son las grandes empresas las que dictan la vida de las personas. Los valores que tienen los americanos también son muy diferentes, como por ejemplo el hecho de trabajar 12 horas diarias y el resto del día ante la televisión, cargada de publicidad agresiva e inacabable. Aún así el nivel de vida es bueno y aquello que para nosotros representa una dificultad de lograr, como una casa con jardín o un coche deportivo, aquí quien más quien menos se lo puede permitir. Además tienen unos parques naturales cargados de entornos maravillosos que se tienen que ver. El bosque de las sequoies es uno de mis favoritos.

El que más me ha sorprendido ha sido el hecho que no hay un sistema de transporte público establecido y cada persona pasa una parte importante de su vida dentro del coche. De hecho hay buzones y terminales bancarias pensadas para ser utilizadas desde la calle sin dejar de conducir.

El que echo de menos de mi pueblo es la riera con sus árboles, y la proximidad del mar y la montaña, además de la proximidad que hay entre las personas. Es bien cierto que cuanto más lejos se es de casa, más fácil es darse cuenta de donde se viene. Somos muy afortunados del rincón de mundo que tenemos.