Albert Ramos consiguió viernes un hito histórico en su carrera personal. El tenista mataroní, actual número 55 del mundo, superó la tercera ronda de Roland Garros y consiguió acceder por primera vez a unos octavos de final de un Grand Slam. Ramos, que vendía de superar dos rivales de rànking inferior, hizo un partidàs ante Jack Sock, número 23 de la lista ATP al que ganó en cinco sets: 6-7(2)/6-4/6-4/4-6/6-4.
El tenista mataroní demostró una solidez mental clave para entender la victoria ante un rival que se encuentra entre los 25 mejores del mundo. Después de perder el primero siete en el tie-break (7-4), Ramos parecía que echaría la toalla al segundo siete cuando perdía por 1-4. Pero el jugador mataroní reaccionó y recortó diferencias (3-4) por, a posteriori, empatar y acabar llevándose el siete por 6-4.
El partido volvía a empezar y la moral del tenista mataroní estaba por los números. Fruto de esto, Stock se ha visto desubicat y Ramos lo aprovechaba para ponerse por delante con otro 6-4 y el 2-1 al marcador global. Cuando parecía que el más difícil ya se había hecho, el norteamericano hacía bueno una rotura de servicio en el cuarto siete para empatar el partido con otro 4-6. En el último y definitivo siete, Ramos demostró una gran fortaleza mental para aguantarse de pie a pesar de perder la opción de sentenciar en la anterior manga. El tenista mataroní, muy seguro en el servicio, ganó 6-4 y cerró una gesta épica de 4 horas y 11 minutos.
El próximo rival del mataroní será Raonic, actual número 8 del mundo.
El tenista mataroní demostró una solidez mental clave para entender la victoria ante un rival que se encuentra entre los 25 mejores del mundo. Después de perder el primero siete en el tie-break (7-4), Ramos parecía que echaría la toalla al segundo siete cuando perdía por 1-4. Pero el jugador mataroní reaccionó y recortó diferencias (3-4) por, a posteriori, empatar y acabar llevándose el siete por 6-4.
El partido volvía a empezar y la moral del tenista mataroní estaba por los números. Fruto de esto, Stock se ha visto desubicat y Ramos lo aprovechaba para ponerse por delante con otro 6-4 y el 2-1 al marcador global. Cuando parecía que el más difícil ya se había hecho, el norteamericano hacía bueno una rotura de servicio en el cuarto siete para empatar el partido con otro 4-6. En el último y definitivo siete, Ramos demostró una gran fortaleza mental para aguantarse de pie a pesar de perder la opción de sentenciar en la anterior manga. El tenista mataroní, muy seguro en el servicio, ganó 6-4 y cerró una gesta épica de 4 horas y 11 minutos.
El próximo rival del mataroní será Raonic, actual número 8 del mundo.