Dos niños de 9 años, gemelos, dejaron este verano el Vilassar de Dalt para jugar a fútbol con el Club Deportivo Mataró. El equipo de la capital del Maresme les había propuesto el cambio y, de entrada, todo eran buenas sensaciones. Los niños se lo pasaron bien durante los primeros entrenamientos y parecía que la nueva experiencia resultaría agradable. A finales de agosto, no obstante, todo cambió. Los entrenamientos ya no eran cómo los niños esperaban y, de resultas de esto, no se adaptaron a la realidad del nuevo club. La familia lo comunicó a la entidad antes de empezar la temporada. Querían la baja federativa y alegaban un informe médico en el cual se habla de situación angustiosa para los menores. El Mataró, a pesar de todo, se ha negado a facilitarles la baja. Así lo denuncia el padre de los niños, Samuel Chicón, en un hilo en Twitter.
Chicón asegura que sus hijos solo quieren volver al Vilassar de Dalt: "Ellos son felices allí y el Mataró les ha prohibido hacer aquello que más les gusta; entrenar y jugar a fútbol". Este padre explica que el Mataró argumenta que si les dan la baja se quedan con solo ocho jugadores en este equipo, pero añade que han podido empezar la temporada sin más inconvenientes y que tienen un fútbol base lleno de niños. Según apunta, la familia se ha reunido con cuatro personas del club y ha comunicado la situación a la concejalía de deportes. Por otro lado, ha hecho el trámite para solicitar mediación a la Federación Catalana de Fútbol. De todos modos, Chicón asegura que el Mataró rechaza la mediación: "El motivo es que les da pereza desplazarse un día a Barcelona."
El padre de los gemelos también afirma que el tesorero del club les llamó para ofrecerles un pacto: "Dice que si pagamos todo el año liberan a los niños y nos dan la baja." Chicón califica la propuesta de inaceptable y se pregunta: "Qué mal han hecho mis hijos? No adaptarse? Quién los protege? Cuál es la prioridad de este club? La salud de los niños o su bolsillo? Qué podemos hacer?".
Chicón concluye que el Mataró no quiere dialogar con mediación, solo en privado, y el club argumenta que intentó hablar y ponerse de acuerdo con la familia. Según la explicación del CE Mataró, ahora ya no hay nada que hacer: "Intentamos hablar y ponernos de acuerdo con la familia pero no quisieron. A partir de aquí, ellos fueron a la Federación Catalana de Fútbol e hicieron virales comentarios malmetiendo la imagen del club, además de declaraciones en medios de comunicación. El tema está en manos de la FCF y el club es ajeno a cualquier decisión", remacha el CE Mataró en un texto enviado a Capgròs.