Hace diez años que Pere Cardona (Mataró, 1983) se mueve entre fogones, y su última pensada ha sido crear recetas a partir de canciones o de grupos de música en catalán, que cuelga a su bloque y a las redes sociales.
Cómo se le ocurrió la idea?
Fue durante un concierto de Anna Roig y El ombre de ton chien. Allí pensé que escuchar música en directo es fantástico, pero que se puede ir más allá de un concierto y llegar a través de las canciones a otros sentidos. Empecé a hacer todo el recetario, canción por canción, de su último disco, 'Bigote rojo', le envié los primeros platos a Anna Roig y le encantó. Además resulta que su hermano hace el mismo pero con vinos y cavas!
Los otros cantantes y grupos a los que ha creado platos, también están tan contentos?
Sí. El que pasa que el caso de Anna Roig es un poco diferente, puesto que a ella le he hecho una receta para cada canción, mientras que a Sanjosex, La Yaya o Rosa Luxemburgo es un único plato en conjunto, aquello que me ha inspirado toda su discografía, la voz, las letras.
Algún ejemplo.
Estoy muy contento del plato de La Yaya, que no deja de ser un arroz a la cazuela, mar y montaña: la montaña porque el grupo es del interior, de Osona, y el mar porque han entrado con fuerza en Barcelona. Como dique al blog, la mezcla también hace mucho para el grupo, y la receta lo he hecho con mi abuela, y por lo tanto este es un plato que también me sirve para reivindicar la cocina de siempre. A veces tengo la sensación que nos hemos perdido mucho en cocinas de autor y modernidades, y después resulta que muchos estudiantes de cocina no saben hacer ni un arroz a la cazuela...
Es preferente comer el plato escuchando la canción o grupo?
No necesariamente. Quizás es más adecuado escuchar música que te guste mientras se cocina, puesto que el sentimiento, el estado de ánimo, se transmite al plato. Noto en el sabor si alguien ha cocinado están de mal humor!
Qué otros músicos "pasarán" por sus fogones?
Tengo que acabar todo el disco de Anna Roig, y después me gustaría hacer El Pequeño de Hace falta Eril o Roger Mas. De Manel tengo también una receta ideada, pero prefiero moverme entre las "caras B", entre grupos que quizás no son tan conocidos.
Cómo se le ocurrió la idea?
Fue durante un concierto de Anna Roig y El ombre de ton chien. Allí pensé que escuchar música en directo es fantástico, pero que se puede ir más allá de un concierto y llegar a través de las canciones a otros sentidos. Empecé a hacer todo el recetario, canción por canción, de su último disco, 'Bigote rojo', le envié los primeros platos a Anna Roig y le encantó. Además resulta que su hermano hace el mismo pero con vinos y cavas!
Los otros cantantes y grupos a los que ha creado platos, también están tan contentos?
Sí. El que pasa que el caso de Anna Roig es un poco diferente, puesto que a ella le he hecho una receta para cada canción, mientras que a Sanjosex, La Yaya o Rosa Luxemburgo es un único plato en conjunto, aquello que me ha inspirado toda su discografía, la voz, las letras.
Algún ejemplo.
Estoy muy contento del plato de La Yaya, que no deja de ser un arroz a la cazuela, mar y montaña: la montaña porque el grupo es del interior, de Osona, y el mar porque han entrado con fuerza en Barcelona. Como dique al blog, la mezcla también hace mucho para el grupo, y la receta lo he hecho con mi abuela, y por lo tanto este es un plato que también me sirve para reivindicar la cocina de siempre. A veces tengo la sensación que nos hemos perdido mucho en cocinas de autor y modernidades, y después resulta que muchos estudiantes de cocina no saben hacer ni un arroz a la cazuela...
Es preferente comer el plato escuchando la canción o grupo?
No necesariamente. Quizás es más adecuado escuchar música que te guste mientras se cocina, puesto que el sentimiento, el estado de ánimo, se transmite al plato. Noto en el sabor si alguien ha cocinado están de mal humor!
Qué otros músicos "pasarán" por sus fogones?
Tengo que acabar todo el disco de Anna Roig, y después me gustaría hacer El Pequeño de Hace falta Eril o Roger Mas. De Manel tengo también una receta ideada, pero prefiero moverme entre las "caras B", entre grupos que quizás no son tan conocidos.