Las altas temperaturas que nos han acompañado hasta principios del otoño junto con el hecho que no ha llovido prácticamente nada hasta finales de octubre, han provocado que los bosques de todo Cataluña se encuentren en una sequía preocupante. La temporada de setas tendría que haber empezado a primeros de septiembre y durar, en los mejores casos, hasta pasado Nadal. Pero las especies de setas tempranas como los mollerics, las pimpinelles o los robellones no han brotado todavía al territorio más cercano.
La seta necesita una temperatura de entre 10 y 12 grados para poder fermentar correctamente y esta temperatura no se ha logrado hasta el momento. El proceso ideal para este hongo en nuestro territorio es que llueva alrededor del 20 de agosto y que vuelva a llover a primeros de septiembre por el Montseny y la Cordillera del prelitoral, es decir, bosques cóm el Montnegre, Canyamars, Dosrius, etc. Pero el clima registrado los meses de septiembre y octubre ha afectado al desarrollo natural de las setas.
El micòleg Salvador Mateu, experto en la materia, explica que "la temperatura ideal la tenemos a las primeras horas de la mañana pero que el que le falta a la seta es agua y por lo tanto, humedad en el suelo". Como remedio para poder tener una temporada boletaire como debe de manda, Mateu prevé que "si ploguéssin 100 litros de agua durante 15 días seguidos y si no hace viento los bosques que ahora están muy secos recibirían el agua que los falta. Pero sobre todo que no haga viento porque es el mayor enemigo de la seta". Si esta previsión de lluvias se cumpliera saldrían especies como las trompetas, los carlets y el robellón.
La gastronomía de las setas
Los restaurantes del Maresme están sufriendo las consecuencias de esta sequía de setas, una situación grave puesto que esta es, precisamente, la época en que se celebran las jornadas gastronómicas sobre este producto. Por eso, se han visto obligado a comprar hongos provenientes del Pirineu Francés donde sólo se encuentra robellones y en un precio muy elevado. Restaurantes como el Iluro, de Mataró, han optado para retirar, de momento, los platos que contienen setas de su carta puesto que "la calidad de las setas importantes no es del todo buena y por lo tanto no vale la pena gastarse tanto dinero por una seta que no acaba de ser del todo bueno", según explica Clara Coll. La responsable de la Iluro explica que se han tenido que eliminar de la carta platos como los robellones a la plancha, setas saltejats con ajo y perejil, o guisos para acompañar otros alimentos como la morcilla negra o la morcilla rasgada.
Al Mercado de la Plaza de Cuba también han notado la crisis de las setas. El dependiente de la parada de Frutas y Verduras Fradera, Jordi Fradera, asegura que la carencia de setas "como este año, no se había visto nunca". El tendero explica que las setas que se venden al mercado provienen de fuera y que por este motivo son más caros, pero aún así asegura que los clientes "los compran igual".
Por su parte, Salvador Mateu constata la dificultad de encontrar setas explicando que en grandes distribuidoras alimentarias como Mercabarna "sólo se encuentran algunas especies como por ejemplo el ruiseñor de pino, el cepo o el surenc entre otros especies pero que en poca cantidad". Una otro opción, según Matad, es importar seta de los países del este como por ejemplo Bulgaria, Permanecía, Lituania o República Checa, donde no hay cultura de la seta. Aún así, el micòleg explica que "como la seta del prelitoral del maresme no cabe porque tenemos mar y montaña que crea unos bosques muy ricos".
Mateu colabora con el restaurante mataroní Sangiovese que este otoño ha puesto en marcha un programa de actividades en el entorno de la cocina de la seta. En este sentido, la chef del Sangiovese, Pepi Sánchez, explica "que la seta es un alimento que no engorda nada del cual tenemos una gran variedad de tipo y sabores". "Tiene mucho valor gastronómico porque combina con todo; tanto con ensalada, como con arroz, estofado o postres". Teniendo en cuenta que en Cataluña hay mucha cultura de la seta, los menús degustación que ofrece Sangiovese contienen seta incluso a los postres con platos como biscuit glacé con trompetas y teja de naranja o bien coulant de chocolate negro rellenado de mermelada de cepo.
Las setas venenosas en el Maresme
El Maresme cuenta con bastante tradición de buscadors de setas pero aún así, hace falta que los principiantes conozcan las especies venenosas para evitar disgustos. Salvador Mateu explica que "las setas que son tóxicos a los bosques del Maresme son la amanita fal·loide, la amanita muscària, la negrilla de brota de pata gruesa, el mataparent, pelos de rata y la cabra, que es un tipo de robellón que saca leche por debajo y que sólo se diferencia de este por el color". A corte personal, Matáis también recomienda a los boletaires que quieran ir a cosechar setas "tener cuidado y si no se conoce suficiente las especies de seta dejarlo estar y dejar que lo haga un profesional". Por último, el micòleg recuerda que "los bosques se tienen que respetar". "Los bosques tienen un propietario que paga una contribución porque podamos disfrutar y por lo tanto nuestra obligación es respetar el bosque y la natura".
La seta necesita una temperatura de entre 10 y 12 grados para poder fermentar correctamente y esta temperatura no se ha logrado hasta el momento. El proceso ideal para este hongo en nuestro territorio es que llueva alrededor del 20 de agosto y que vuelva a llover a primeros de septiembre por el Montseny y la Cordillera del prelitoral, es decir, bosques cóm el Montnegre, Canyamars, Dosrius, etc. Pero el clima registrado los meses de septiembre y octubre ha afectado al desarrollo natural de las setas.
El micòleg Salvador Mateu, experto en la materia, explica que "la temperatura ideal la tenemos a las primeras horas de la mañana pero que el que le falta a la seta es agua y por lo tanto, humedad en el suelo". Como remedio para poder tener una temporada boletaire como debe de manda, Mateu prevé que "si ploguéssin 100 litros de agua durante 15 días seguidos y si no hace viento los bosques que ahora están muy secos recibirían el agua que los falta. Pero sobre todo que no haga viento porque es el mayor enemigo de la seta". Si esta previsión de lluvias se cumpliera saldrían especies como las trompetas, los carlets y el robellón.
La gastronomía de las setas
Los restaurantes del Maresme están sufriendo las consecuencias de esta sequía de setas, una situación grave puesto que esta es, precisamente, la época en que se celebran las jornadas gastronómicas sobre este producto. Por eso, se han visto obligado a comprar hongos provenientes del Pirineu Francés donde sólo se encuentra robellones y en un precio muy elevado. Restaurantes como el Iluro, de Mataró, han optado para retirar, de momento, los platos que contienen setas de su carta puesto que "la calidad de las setas importantes no es del todo buena y por lo tanto no vale la pena gastarse tanto dinero por una seta que no acaba de ser del todo bueno", según explica Clara Coll. La responsable de la Iluro explica que se han tenido que eliminar de la carta platos como los robellones a la plancha, setas saltejats con ajo y perejil, o guisos para acompañar otros alimentos como la morcilla negra o la morcilla rasgada.
Al Mercado de la Plaza de Cuba también han notado la crisis de las setas. El dependiente de la parada de Frutas y Verduras Fradera, Jordi Fradera, asegura que la carencia de setas "como este año, no se había visto nunca". El tendero explica que las setas que se venden al mercado provienen de fuera y que por este motivo son más caros, pero aún así asegura que los clientes "los compran igual".
Por su parte, Salvador Mateu constata la dificultad de encontrar setas explicando que en grandes distribuidoras alimentarias como Mercabarna "sólo se encuentran algunas especies como por ejemplo el ruiseñor de pino, el cepo o el surenc entre otros especies pero que en poca cantidad". Una otro opción, según Matad, es importar seta de los países del este como por ejemplo Bulgaria, Permanecía, Lituania o República Checa, donde no hay cultura de la seta. Aún así, el micòleg explica que "como la seta del prelitoral del maresme no cabe porque tenemos mar y montaña que crea unos bosques muy ricos".
Mateu colabora con el restaurante mataroní Sangiovese que este otoño ha puesto en marcha un programa de actividades en el entorno de la cocina de la seta. En este sentido, la chef del Sangiovese, Pepi Sánchez, explica "que la seta es un alimento que no engorda nada del cual tenemos una gran variedad de tipo y sabores". "Tiene mucho valor gastronómico porque combina con todo; tanto con ensalada, como con arroz, estofado o postres". Teniendo en cuenta que en Cataluña hay mucha cultura de la seta, los menús degustación que ofrece Sangiovese contienen seta incluso a los postres con platos como biscuit glacé con trompetas y teja de naranja o bien coulant de chocolate negro rellenado de mermelada de cepo.
Las setas venenosas en el Maresme
El Maresme cuenta con bastante tradición de buscadors de setas pero aún así, hace falta que los principiantes conozcan las especies venenosas para evitar disgustos. Salvador Mateu explica que "las setas que son tóxicos a los bosques del Maresme son la amanita fal·loide, la amanita muscària, la negrilla de brota de pata gruesa, el mataparent, pelos de rata y la cabra, que es un tipo de robellón que saca leche por debajo y que sólo se diferencia de este por el color". A corte personal, Matáis también recomienda a los boletaires que quieran ir a cosechar setas "tener cuidado y si no se conoce suficiente las especies de seta dejarlo estar y dejar que lo haga un profesional". Por último, el micòleg recuerda que "los bosques se tienen que respetar". "Los bosques tienen un propietario que paga una contribución porque podamos disfrutar y por lo tanto nuestra obligación es respetar el bosque y la natura".