Durante el verano, los niños pasan mucho tiempos a las piscinas, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar otitis bacterianas y fúngicas debido a la humedad y a la exposición prolongada al agua sobre todo si esta tiene un pH excesivo alcalino.
El haloteràpia en cuevas de sal puede ayudar a prevenir y tratar estas afecciones gracias a las propiedades antibacterianes, antimicòtiques, antivíriques y antiinflamatòries de las partículas de sal. Cuando los niños inhalen el aire salino, las micropartícules penetran a las vías respiratorias y los oídos, ayudando a reducir la inflamación, eliminar el exceso de moco y combatir las bacterias y hongos responsables de las infecciones.
Además, el haloteràpia puede mejorar la función del sistema inmunológico, lo cual ayuda los niños a recuperarse más rápidamente de las infecciones y a prevenir su recurrencia. La atmósfera seca y salina de las cuevas de sal también contribuye a deshidratar las bacterias y los hongos, lo cual facilita su eliminación del canal auditivo.
Por los padres, llevar sus hijos a sesiones regulares de haloteràpia durante el verano puede ser una medida preventiva eficaz y sin efectos secundarios adversos, complementando otras prácticas de higiene y cura auditiva.
En resumen, el haloteràpia en cuevas de sal se presenta cómo una alternativa natural y efectiva para el tratamiento y la prevención de problemas de oído en niños, tanto en invierno como la época veraniega.