Uno de cada diez niños de 0 a 6 años pasa actualmente por un CDIAP en Cataluña, un servicio clave para detectar y acompañar dificultades en el desarrollo de los más pequeños. Los trastornos más habituales son los de lenguaje o los de comunicación y relación, con un fuerte incremento de los diagnósticos relacionados con el espectro autista. Solo en 2024 la red atendió a 52.657 pequeños, 2.366 más que el año anterior y un 244% más que hace una década. A pesar del incremento de recursos de los últimos años, la Unión Catalana de Centros de Desarrollo Infantil y Atención Precoz (UCCAP) ha reclamado que la atención precoz se convierta en una política prioritaria para el Gobierno. Ha exigido ampliar la cobertura, reducir las listas de espera y garantizar la continuidad de los apoyos.
Cada vez más familias detectan, en los primeros años de vida de sus hijos, señales de alerta que les llevan a buscar ayuda profesional. En la última década, la demanda de atención a los servicios de intervención precoz ha crecido de manera exponencial: “En diez años, las solicitudes se han incrementado en un 244%”, ha afirmado Gemma Garcia, presidenta de la UCCAP, la entidad que agrupa a más del 94% de los CDIAPs catalanes. Según datos del Departamento de Derechos Sociales, el año pasado se atendió a 52.657 niños en los CDIAP de Cataluña, cifra que representa aproximadamente un 12% de la población infantil de entre 0 y 6 años, es decir, que más de uno de cada diez niños es atendido por un CDIAP: “Es un dato relevante para dimensionar la magnitud de la situación”, ha subrayado Garcia.
En cuanto a los motivos de consulta, ha explicado que, en la mayoría de los casos, las familias acuden a los centros porque detectan alguna dificultad en el desarrollo global del niño o, especialmente, en el lenguaje. Una vez realizado el proceso diagnóstico, los trastornos con mayor prevalencia son el del lenguaje y los que están vinculados con la relación y la comunicación. Dentro de este último grupo, casi el 50% de los casos corresponden a trastornos del espectro autista (TEA), un diagnóstico que, según Garcia, “se ha incrementado muy significativamente en los últimos años”.
Sobre las causas de este aumento, la responsable de la UCCAP ha reconocido que se trata de un fenómeno multifactorial aún en estudio. “Sabemos que la prevalencia del TEA ha aumentado a escala mundial, y también es cierto que ahora se diagnostica más en niñas, algo que años atrás pasaba mucho menos”, ha explicado. En este sentido, ha asegurado que desde la entidad se está trabajando con varios grupos de análisis de datos para profundizar en el conocimiento de estas tendencias y continuar mejorando la atención a los niños y sus familias.
Factores sociales y ambientales que influyen en el desarrollo infantil
Garcia ha atribuido parte del incremento de la demanda a factores sociales y ambientales que afectan al bienestar infantil. “No es solo un fenómeno de Cataluña, España o Europa, sino un reto global. Cada vez hay más conciencia sobre la salud mental, pero también es cierto que hay más prevalencia de determinadas dificultades”, ha dicho. Ha puesto como ejemplo el impacto de la exposición excesiva a las pantallas. “Hemos hecho un estudio conjuntamente con la Universidad de Girona para analizar cómo afecta al desarrollo infantil, y se ha evidenciado que tiene un impacto claro”, ha explicado. Además, ha señalado otros elementos como el ritmo de vida acelerado, los altos niveles de exigencia e incluso la contaminación como posibles factores que contribuyen al malestar de los niños.[banner-AMP_5]
Principales demandas
Al mismo tiempo, se ha referido a las dificultades que han afrontado los equipos profesionales de los CDIAP para hacer frente a este crecimiento de la demanda, especialmente después de un periodo de más de una década con los recursos económicos congelados. “Durante diez o doce años hemos tenido la misma dotación económica”, ha comentado Garcia, que ha dicho que los equipos han tenido que ser “muy creativos” para dar respuesta a las familias.[banner-AMP_6]
Con todo, ha reconocido que en los últimos tres o cuatro años se han empezado a descongelar los recursos y el Departamento de Derechos Sociales ha incrementado la partida destinada a la atención temprana. Esto se ha traducido en más horas concertadas, tarifas actualizadas, más profesionales y nuevos centros.
Aunque la responsable de la UCCAP ve con buenos ojos este cambio de tendencia, ha alertado que el sistema todavía está por debajo de los estándares óptimos de calidad. Así, ha reclamado una apuesta firme para reducir las listas de espera (actualmente de unos 40 días para la primera visita), garantizar una frecuencia adecuada (ahora es de 0,75 horas semanales y debería ser entre 0,8 y 1,2), poder atender a los niños hasta los 6 años cuando sea necesario – actualmente los centros deben priorizar a los pequeños de 0 a 3 con patologías graves –, mejorar la cobertura real que actualmente se sitúa en el 12%, y garantizar la formación y capacitación de los profesionales.[banner-AMP_7]
Continuidad asistencial más allá de los seis años
La preocupación, sin embargo, no termina con los recursos. Lo que ocurre cuando el niño deja el CDIAP es, a menudo, una fuente de angustia para las familias. “Necesitamos una continuidad asistencial real entre el CDIAP y el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ)", ha valorado Garcia, quien ha dicho que "se debe garantizar un servicio público de calidad, de manera que si un niño necesita seguir con logopedia o con fisioterapia, pueda hacerlo y que no haya una ruptura entre servicios”, ha remarcado. Al mismo tiempo, ha reivindicado una mejor coordinación entre los departamentos de Salud, Educación y Derechos Sociales y que la atención temprana se aborde como una política pública prioritaria y transversal.[banner-AMP_8]
- En este mismo sentido, ha apostado por que los CDIAP's y los pediatras puedan compartir información sobre pacientes para mejorar la coordinación y ha abierto la puerta a crear un sistema informático conjunto o intercambiar contenidos.
Poner a la familia y al niño en el centro
En este contexto, este verano la UCCAP ha lanzado la campaña ‘Somos más’, que quiere visibilizar la labor que realizan estos centros y el equipo multidisciplinar que trabaja en ellos con psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, trabajadores sociales, neuropediatras y otras disciplinas complementarias como la terapia ocupacional y la terapeuta familiar.[banner-AMP_9]
La estrategia pretende reivindicar un modelo que va más allá de la atención individual y apuesta por el trabajo en red y la implicación de la familia y el entorno cercano como puede ser la escuela o, incluso, el pediatra. “La criatura es la que está en el centro y trabajamos de forma conjunta para conseguir que en todos los ámbitos de su desarrollo vaya mejorando”, ha asegurado Garcia, que ha remarcado que en este escenario la familia “es imprescindible”: “No entenderíamos nuestra práctica profesional de otra forma”, ha asegurado la presidenta, que ha recordado que el 60% de las derivaciones llegan de los pediatras.[banner-AMP_10]
Asimismo, ha celebrado que el abordaje de las dificultades de desarrollo o aprendizaje haya experimentado un cambio en los últimos años y que se haya pasado de la “estimulación temprana” a la “atención temprana”. Esto, ha dicho, ha supuesto una evolución importantísima, ya que actualmente se observa al niño de manera global.
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