Cada año, en otoño y primavera, millones de personas en Cataluña y en toda Europa ajustan sus relojes para adaptarse al cambio de hora. Esta rutina, aunque habitual, genera debate: algunos valoran sus beneficios, mientras que otros señalan los trastornos que puede provocar. Aunque la Comisión Europea ha planteado eliminarlo, la medida todavía se mantiene y sigue marcando nuestro calendario.
¿Cuándo será el próximo cambio de hora?
El último ajuste se produjo el 30 de marzo de 2025, cuando se adelantó el reloj para dar la bienvenida al horario de verano. Este año, el cambio de otoño tendrá lugar el domingo 26 de octubre, cuando a las 03.00 horas habrá que retrasar los relojes hasta las 02.00 horas, disfrutando así de una noche algo más larga. Después, el horario de verano volverá el 29 de marzo de 2026.
¿Por qué se cambia la hora?
El cambio horario se realiza en la mayoría de países europeos desde hace décadas con el objetivo de reducir el consumo eléctrico y aprovechar mejor las horas de luz natural. Sin embargo, la eficacia real de esta medida genera dudas, ya que gran parte del consumo energético actual depende de la climatización y de otros factores más allá del alumbrado.
Ventajas e inconvenientes
Entre las ventajas, el cambio de hora puede suponer un ligero ahorro energético, especialmente en iluminación, permite más luz por las tardes durante el horario de verano y facilita la coordinación horaria con el resto de países europeos, aspecto útil para el comercio y el transporte.
Los inconvenientes incluyen el desajuste del ritmo biológico, que puede afectar al sueño, la concentración y la productividad. También impacta más en niños y personas mayores, y genera dudas sobre la eficiencia real del sistema, ya que el ahorro energético podría ser mínimo.
El impacto en Cataluña
En Cataluña, el cambio de otoño tiene un efecto particular por su ubicación dentro del huso horario. Aunque está alineada con el meridiano de Greenwich (GMT), el territorio sigue el horario de Europa Central (CET), una hora adelantada respecto a su huso natural. Con la entrada al horario de invierno, los horarios solares se acercan más a la realidad geográfica: el sol sale antes por la mañana y se pone también más temprano por la tarde. Esto beneficia a estudiantes y trabajadores por la mañana, pero reduce la claridad disponible por la tarde, un aspecto que genera debate sobre la conveniencia de mantener este sistema.[banner-AMP_5]
Consejos para adaptarse
Para facilitar la transición, se recomienda ajustar el horario unos días antes, levantándose 10–15 minutos más tarde cada día. Exponerse a la luz natural por la mañana, mantener rutinas estables de comida y descanso, evitar siestas largas, limitar el uso de pantallas por la noche y realizar ejercicio moderado son hábitos que ayudan a sincronizar el reloj biológico. También es importante cuidar la alimentación, evitar cenas muy pesadas y reducir la cafeína y el alcohol.[banner-AMP_6]
Siguiendo estos consejos, el cambio de hora puede ser menos disruptivo, permitiendo disfrutar de los beneficios de la luz de la mañana y adaptarse de manera más suave al horario de invierno.
Fuente: www.regio7.cat/catalunya
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