El consumo de snus, unas pequeñas bolsitas blancas cargadas de nicotina, ha crecido de manera preocupante durante los últimos meses. A pesar de que se presentan como una alternativa "sin humo" al tabaco tradicional, los expertos alertan que una sola bolsita puede equivaler a fumar hasta seis pitillos. Este producto, que sus usuarios asocian a ambientes nocturnos y a países del norte de Europa, ha conseguido abrirse entre jóvenes y adultos bajo el hashtag de "tabaco de nueva generación".
A los estancos, el repunte es evidente. Xavier, estanquer de la Gran Vía de Barcelona, explica que las ventas han aumentado especialmente entre gente local, pero también entre consumidores procedentes otros países. "Se está introduciendo entre gente local y otras partes del mundo", confirma.
El origen del snus se encuentra en Suecia, país donde hace décadas que se consume y donde se ha ido consolidando como un producto habitual entre determinados colectivos. Desde allá, su popularidad se ha extendido a gran parte de Europa, y las redes sociales han acelerado todavía más su penetración. A TikTok, por ejemplo, abundan videos que lo presentan erróneamente como una herramienta para dejar de fumar e incluso retos virales que banalizan su consumo.
Según Josep Maria Suelves, cabe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo de la Secretaría de Salud Pública, esta percepción es especialmente peligrosa. "Se presentan como si fueran saludables y se pueden convertir en dispositivos con los cuales los adolescentes aprendan a fumar", alerta. El riesgo, dice, no solo es la nicotina presente a las bolsitas, sino también la imagen de innocuitat que se ha construido alrededor.
El marketing
El marketing tiene un papel central. Manuel Armayones, catedrático en Diseño del Comportamiento de la UOC, explica que los fabricantes han sabido conectar muy bien con las emociones de los jóvenes, acelerando su entrada a este tipo de productos. "Con el marketing, tienen la capacidad de tocar las palancas emocionales que disparan el consumo", afirma. La rapidez con que los adolescentes acceden al snus es, según dice, muy superior a la que había antiguamente con los pitillos.
Este fenómeno se añade a la preocupación ya existente por otras alternativas al tabaco convencional, como los pitillos electrónicos. A Cataluña, la edad mediana de inicio del consumo de tabaco se sitúa a los 16 años, y casi un 18% de los jóvenes de entre 15 y 24 años se declara fumador. Si bien hay un cambio cultural que ha hecho que muchos adolescentes sean más conscientes de los riesgos del tabaco tradicional, las multinacionales del sector continúan impulsando nuevos productos para captar este segmento de población.
De fácil acceso
A pesar de que la venta de snus está prohibida a los menores de edad, el acceso continúa siendo fácil, especialmente a través de internet. Armayones advierte que la posibilidad de personalizar el consumo y la multiplicidad de puntos de venta dificultan enormemente el control de estos productos. Por eso, varios expertos reclaman una regulación más estricta y medidas como limitar los lugares donde se puede adquirir.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de informar con rigor y contrarrestar los mensajes engañosos que circulan en las redes. El snus no es una alternativa innocua: es una puerta de entrada al consumo de nicotina, especialmente para los más jóvenes, y un reto creciente en las políticas de salud pública.
Font: www.3cat.cat/3catinfo
Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, a tu WhatsApp
- Recibe las noticias destacadas a tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, hiciera clic a seguir y activa la campanilla