El Maresme registró en 2024 un total de 4.117 defunciones, un 0,8% menos que el año anterior y la cifra más baja del período postpandémico. A pesar de este descenso global, los datos del Consell Comarcal del Maresme revelan un elemento preocupante: aumentan las muertes en los tramos de edad más jóvenes, mientras que la reducción se concentra en las franjas de edad avanzada.
Incremento de muertes entre menores de 70 años
En 2024, la mortalidad bajó claramente entre las personas mayores, especialmente entre los 70 y 89 años (-2,1%) y también, aunque más moderadamente, entre los 90 años o más (-0,47%). En cambio, los grupos de edad más jóvenes muestran una tendencia contraria:
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0-29 años: +14,8%
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30-49 años: +1,05%
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50-69 años: +2,09%
Aunque la mayoría de defunciones siguen concentrándose en la población de edad avanzada —el 82% tiene 70 años o más, con un pico en el tramo de 86-95 años (37,7% del total)—, el incremento de muertes prematuras rompe la dinámica positiva global y genera preocupación.
El informe no especifica los motivos de este incremento, pero las cuestiones demográficas y epidemiológicas que podrían explicarlo apuntan a factores como la mayor incidencia de accidentes de tráfico y laborales, especialmente en jóvenes y adultos de mediana edad; los problemas de salud mental que pueden derivar en conductas de riesgo o suicidios; o bien elementos como enfermedades cardiovasculares no diagnosticadas.
La salud mental puede ser un aspecto clave en el aumento de la mortalidad del colectivo más joven
Las mujeres siguen muriendo más que los hombres
En 2024, las mujeres representan el 51,9% de todas las defunciones y los hombres el 48,1%. El descenso interanual es ligeramente más marcado entre las mujeres (–1,14%) que entre los hombres (–0,10%). A pesar del buen comportamiento global, la tasa bruta de mortalidad en el Maresme (8,71‰) sigue siendo superior a la catalana (8,37‰), un hecho relacionado con el progresivo envejecimiento de la población maresmense.
Grandes contrastes entre municipios
La mortalidad presenta un mapa comarcal muy desigual: 13 municipios reducen defunciones, 15 las aumentan y uno las mantiene.
Mayores descensos relativos:
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Sant Pol de Mar: –36,4%
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Sant Iscle de Vallalta: –25,0%
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Dosrius: –23,7%
Incrementos más elevados:
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Òrrius: +75,0%
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Santa Susanna: +47,1%
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Arenys de Munt: +37,3%
En términos absolutos, Mataró lidera la caída con 60 defunciones menos, seguida de Sant Pol de Mar (–20) y Sant Andreu de Llavaneres (–18). Por el contrario, Arenys de Munt y Tordera registran los incrementos más altos (+25 cada uno). Pineda de Mar repite exactamente la misma cifra que en 2023.