A finales del año pasado la ONU reconoció las propiedades medicinales del cannabis y eliminó esta planta de la clasificación de los estupefacientes más peligrosos. El 324 explicaba, entonces, que este cambio facilitará la investigación médica con cannabis. Los principios activos de esta droga han mostrado resultados esperanzadores en el tratamiento de dolencias cómo el parkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico o el cáncer.
Hasta ahora, la investigación médica era posible, pero de forma limitada porque el cannabis constaba a la lista IV de las drogas más peligrosas, bajo control estricto, cómo la heroína. Pero alrededor de cincuenta países ya han empezado programas de cannabis medicinal y el hecho que la ONU lo reconozca impulsará la investigación sobre sus propiedades curatives.
Sea como fuere, el cannabis para usos medicinales es seguro porque si no fuera el caso las autoridades médicas y sanitarias pertinentes no habrían aprobado la utilización. Otra cosa, evidentemente y cómo con cualquier producto farmacológico, es que se tenga que seguir al pie de la letra la posologia indicada.
Así lo entiende, de hecho, el catedrático de bioquímica y biología molecular Manuel Guzmán, investigador que ha publicado el libro 'Usos medicinales del cannabis', un volumen firmado por varios expertos. Guzmán se expresaba así en una entrevista con El País de octubre del 2019: "El cannabis es un complemento seguro y eficaz si se utiliza bien. Quizás no es nunca tan eficaz cómo medicamentos de primera línea para la ansiedad, el insomnio, la falta de hambre o el dolor, que por si solo en un ensayo clínico darán mejores resultados. Pero hay que tener en cuenta que estos pacientes están 'polimedicats', muy debilitados y el balance entre eficacia y seguridad es muy importante.
El cannabis puede aportar un pequeño efecto analgèsic, ansiolític, de mejora de la hambre. Son pequeños efectos que si los sumas en una sola sustancia puedes mejorar la calidad de vida de un paciente. Si el cannabis puede sustituir la carga de opioides para el dolor, de benzodiazepines por la ansiedad o la cortisona para la inflamación, además de una alternativa terapéutica aportamos una posibilidad de reducir la cantidad de medicación que se toma."
Algunas reflexiones más
El experto concluye con estas reflexiones: "El cannabis es una sustancia emprada generalmente por pacientes bastante concretos. Tienen un abanico de dolencias bastante amplio que suelen ser crónicas y muy debilitants, en las cuales la calidad de vida general del paciente es clave porque se encuentre mejor y pueda afrontar la dolencia. Todos los estudios que se han hecho con cannabinoides, de más o menos envergadura, donde mejor puntúan siempre es en calidad general de vida. Los pacientes se sienten mejor."[banner-AMP_5]