El otoño es una estación de transición que a menudo pasamos por alto. Después del verano, con su vitalidad y su ritmo más relajado, llegan los días más cortos, las temperaturas bajan y el cuerpo y la mente se ven obligados a adaptarse. Es en este momento cuando conviene poner conciencia en la salud y reforzar aquellos hábitos que nos permitan disfrutar de la temporada sin caer en los típicos males de esta época: resfriados, bajadas de energía, malestar emocional o una vida demasiado sedentaria.
Los expertos coinciden: el otoño es la época ideal para establecer rutinas de cuidado personal que nos acompañarán durante el invierno. Este reportaje explora las claves para hacerlo, desde la prevención del frío y la promoción del ejercicio hasta la importancia de vacunarse y revisar los seguros de salud, con una mirada adaptada a cada etapa de la vida.
El otoño nos recuerda que todo cambia: la luz, la naturaleza, el ritmo de vida. Y en ese cambio, el cuerpo nos pide atención. Cuidarse en esta estación es preparar el terreno para el invierno, reforzar defensas y establecer hábitos que nos harán más fuertes frente a los retos de salud.
Al fin y al cabo, la salud es nuestro bien más preciado y, como recuerdan los expertos, cuidarla es la mejor inversión que podemos hacer. Abrigarse, mantenerse activo, revisar seguros, vacunarse y adaptarse a las necesidades de cada edad son las claves para vivir el otoño con energía y tranquilidad.
Consejos contra el frío: prevenir antes que curar
Cuando el termómetro baja, el cuerpo debe hacer un esfuerzo adicional para mantener la temperatura. Este gasto energético extra puede debilitar las defensas si no le ponemos remedio. Según el doctor Colton Redding, especialista en medicina familiar en Banner Health, “el sistema inmunitario es la primera línea de defensa contra las infecciones y conviene reforzarlo especialmente en otoño e invierno”.
Algunos consejos esenciales para cuidarnos del frío son:
- Abrigarse adecuadamente. Usar capas de ropa que se puedan poner y quitar según la temperatura ayuda a mantener una regulación térmica óptima. Bufandas, guantes y gorros son indispensables en los días más duros.
- Alimentación rica en nutrientes. El otoño nos trae productos de temporada como calabazas, boniatos, espinacas o zanahorias. Estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales que contribuyen a un sistema inmunitario más fuerte.
- Descanso reparador. Dormir entre siete y nueve horas permite que el cuerpo se recupere y refuerce las defensas.
- Hidratación constante. Aunque en otoño no tengamos tanta sed como en verano, es importante seguir bebiendo agua regularmente. El aire seco de los interiores puede deshidratarnos sin darnos cuenta.
- Humidificar el hogar. Añadir humedad al ambiente ayuda a prevenir irritaciones respiratorias y facilita un entorno más saludable. [banner-AMP_5]
Empieza a moverte: la actividad física no se detiene
El otoño invita a quedarse en casa, pero la inactividad es una de las grandes amenazas para la salud. Los días cortos y la oscuridad a primera hora pueden favorecer la pereza y la pérdida de hábitos activos. Sin embargo, mantenerse en movimiento es clave para prevenir problemas cardiovasculares, mantener la energía e incluso mejorar el estado de ánimo.[banner-AMP_6]
El Dr. Redding recuerda que caminar solo 10 minutos varias veces al día puede marcar una diferencia notable. Además, hacer ejercicio ayuda a combatir la depresión leve o moderada asociada a la falta de luz solar.
Algunas opciones a tener en cuenta:
- Ejercicio en interiores: gimnasios, clases en línea o rutinas en casa son alternativas ideales cuando llueve o hace demasiado frío.
- Aprovechar el exterior: abrigarse y salir a caminar o hacer senderismo permite conectar con la naturaleza y mantener el cuerpo activo.
- Probar deportes de temporada: esquí, patinaje sobre hielo o excursiones a la montaña son actividades que, además de saludables, pueden resultar motivadoras. [banner-AMP_7]
La actividad física también tiene un componente preventivo. Fortalece huesos y músculos, reduce el riesgo de osteoporosis y mejora la salud cardiovascular.
La importancia de vacunarse: una protección colectiva
Uno de los pilares de la salud en otoño es la vacunación. Los datos son claros: según el Departamento de Salud, el 75% de los pacientes ingresados en la UCI por gripe la temporada pasada no estaban vacunados. Esto demuestra hasta qué punto la vacunación es decisiva para reducir casos graves y descongestionar el sistema sanitario.[banner-AMP_8]
La campaña de vacunación 2024-2025 en Cataluña ha introducido novedades importantes
- Niños entre 6 meses y 5 años. Un colectivo incluido por primera vez, ya que un tercio de los contagios de gripe se producen en menores de 4 años, con gran capacidad de transmisión.
- Sanitarios y personal esencial. Incorporados desde la primera fase de vacunación, para proteger tanto a ellos como a los pacientes y usuarios.
- Vacuna intranasal para niños a partir de 2 años. Una opción menos invasiva que busca aumentar la participación de las familias. [banner-AMP_9]
Además de la gripe, la vacuna contra la Covid-19 sigue siendo un instrumento fundamental para prevenir casos graves y hospitalizaciones. También se recomienda consultar con el médico sobre otras vacunas. La vacunación es, en definitiva, un acto de responsabilidad individual y colectiva. Protege a quien la recibe, pero también reduce la transmisión y protege a los más vulnerables.[banner-AMP_10]
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