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Imagen del detenido a la hora de acceder en la iglesia de Vilassar de Dalt, el día del funeral de Carme Blanch. Imagen extraída de un frame de video.

capgros.com / ACN

19 años de prisión por el vecino de Vilassar de Dalt que asesinó su mujer

El juez considera probado que el acusado aprovechó que la víctima dormía para atacarla con un cuchillo y un objeto contundente

El Juzgado de Violencia de Género número 1 de Mataró ha condenado a 19 años de prisión un vecino de Vilassar de Dalt por el asesinato de su mujer el 12 de noviembre de 2010 al domicilio familiar con los agravantes de parentesco y alevosía. El juez considera probado que el acusado atacó la víctima cuando dormía con un cuchillo y un objeto contundente y que le propinó varios golpes y cuchilladas que le provocaron la muerte. El juez también condena a una pena de nuevo meses de multa al amante del acusado por simulación de delito puesto que considera probado que envió dos cartas anónimas a los Mossos d'Esquadra para desviar sospechas, pero no la considera culpable de encubrimiento como reclamaban el ministerio fiscal y la acusación particular.

El acusado fue detenido cinco meses después del crimen porque simuló un robo al domicilio familiar que, en un primer momento, hizo creer que era el móvil del crimen. Las evidencias pero, demuestran que la hora de la muerte decretada por los forenses no coincidía con la del supuesto robo, que no se encontró ninguna puerta forzada, que las tarjetas y las joyas supuestamente robadas ni se utilizaron ni se pusieron a la venta y que, más allá del desorden a la casa, no había ningún objeto roto cómo se habitual en estos casos.

Según recoge la sentencia, otros indicios que demuestran la culpabilidad del marido de la víctima es que al tener conocimiento de la muerte de su mujer mostró total indiferencia y que en ningún momento se mostró nervioso ni sorprendido.

Como el jurado popular, el juez considera probado que la víctima conocía la relación de los dos acusados y que pidió el divorcio a su marido. En no tener hijos, y según se estipulaba a su testamento, la fortuna de la familia de la víctima pasaba a manso del acusado en caso de que muriera. En este sentido, el juez entiende que el acusado optó para matar su mujer por miedo a perder todo este patrimonio.

En cuanto al amante, el juez la considera culpable de simulación de delito porque las dos cartas que envió a los Mossos d'Esquadra simulando anónimos que había recibido amenazándola de muerto a ella y su amante las redactó ella misma. 

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