Con la llegada de la primavera, los invernaderos del Maresme se llenan de color, y entre la gran variedad de flores que se cultivan en la comarca, hay tres que destacan especialmente por su belleza, durabilidad y capacidad para alegrar cualquier espacio: la rosa inglesa, el girasol y la hortensia. Son las tres grandes protagonistas de la temporada, según uno de los floricultores más reconocidos del territorio, Josep Pons, de Flors Pons (Santa Susanna).
Rosa inglesa
Es ahora, en el mes de mayo, cuando esta flor esplendorosa muestra su mejor aspecto. “Tiene una vitalidad y una belleza que no se repiten en ninguna otra época del año”, explica Pons. Aunque se hacen dos cosechas más al año, la de primavera es la más espectacular. La rosa inglesa destaca por su forma llena, textura suave y fragancia delicada, y es una apuesta segura para decorar el hogar con elegancia.
Rosa inglesa cultivada en Flors Pons
Girasol
Tradicionalmente asociado al verano, el girasol empieza a lucir con fuerza ya durante la primavera. Además de ser vistoso, se ha puesto de moda en decoración interior por su luminosidad y capacidad para transformar espacios. “Es una flor que se cosecha cerrada y se va abriendo poco a poco, se va haciendo grande. Ahora mismo tiene mucha salida”, comenta el floricultor.
Los ramos de girasol tienen mucha salida
Hortensia
Con una temporada larga que empieza en mayo y puede llegar hasta octubre, la hortensia es otra flor de moda. Su aspecto voluminoso y sus tonos suaves (blancos, rosas, azules o verdosos) aportan frescura y sofisticación. “Es una flor que gusta mucho y que se mantiene, pero el problema es que todo el mundo la quiere también el resto del año, incluso en enero, y eso obliga a importarla”, dice Pons, que defiende el valor de consumir flores de temporada y de proximidad.
Hortensias cultivadas en Flors Pons
Tradición florista en el Maresme
El Maresme es una comarca con una fuerte tradición en la floricultura ornamental, aunque en las últimas décadas ha ido perdiendo peso por la competencia extranjera y los cambios en las modas. “Cada vez quedamos menos que nos dedicamos a la flor cortada”, lamenta Josep Pons. Su negocio, Flors Pons, es una excepción notable: son los últimos productores de rosas en Cataluña y continúan apostando por una producción de calidad desde el territorio.[banner-AMP_5]
Campo de eucaliptus en Santa Susanna. Foto Flors Pons
Además de las flores más clásicas, Pons destaca el interés creciente por los “verdes”, como el eucaliptus, y por las flores que pueden secarse y mantenerse sin agua, como la estátice (limonium), ideales para ramos duraderos. Aun así, la rosa sigue siendo la reina de todas las flores, pese a la presión de la importación, especialmente de Latinoamérica.[banner-AMP_6]
Las villas floridas y las alfombras de Corpus
El paisaje florido del Maresme no se limita a los invernaderos. La comarca es líder en municipios adheridos al movimiento Viles Florides, con más de 20 localidades que apuestan por la mejora de los espacios urbanos con jardinería y plantas ornamentales.
Alfombra de flores en una calle de Argentona
Esta vocación floral también se expresa en las alfombras de flores de Corpus, una tradición viva en pueblos como Argentona o Arenys de Mar, donde vecinos y entidades elaboran verdaderas obras de arte efímeras con pétalos y elementos naturales en las calles.[banner-AMP_7]
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