Las obras para poner fin a los graves problemas de la Capilla de Dolors, situada en la iglesia parroquial de Santa Maria de Arenys de Mar, han finalizado esta semana. Así, se ha aplicado un sistema singular para eliminar las humedades que consiste en una red eléctrica a las paredes de la capilla. De este modo la corriente eléctrica genera un campo magnético que no deja subir las humedades. Antes era un edificio enfermo y, a pesar de que todavía lo sea, despacio lo estamos curando, explica el rector de la parroquia, padre Martí Escondido.
La primera fase de las obras, que han durado tres meses, han costado 69.000 euros y se han financiado con las aportaciones de la Generalitat, del ayuntamiento de Arenys de Mar, de Caja Laietana y de la propia parroquia. A partir de ahora, el siguiente paso será la pintura de la capilla; antes, se tendrá que hacer un estudio que determine el estilo y el contenido de las imágenes. La segunda fase afectará a la Capilla del Santísimo y, la tercera, intentará solucionar las patologías de la sacristía.
La primera fase de las obras, que han durado tres meses, han costado 69.000 euros y se han financiado con las aportaciones de la Generalitat, del ayuntamiento de Arenys de Mar, de Caja Laietana y de la propia parroquia. A partir de ahora, el siguiente paso será la pintura de la capilla; antes, se tendrá que hacer un estudio que determine el estilo y el contenido de las imágenes. La segunda fase afectará a la Capilla del Santísimo y, la tercera, intentará solucionar las patologías de la sacristía.