La lista de las carreteras más peligrosas de Catalunya ha vuelto a experimentar cambios relevantes, según el 24º estudio IRAP del RACC, correspondiente al trienio 2022-2024. El informe constata un aumento preocupante de los accidentes graves y mortales, que han crecido un 4,97% respecto al periodo anterior, en paralelo a un incremento de la movilidad del 4,5%. En este contexto, la carretera B-502, que conecta Vilassar de Mar con Argentona, aparece nuevamente entre los diez tramos con mayor riesgo de accidente grave o mortal del país, concretamente en la séptima posición.
El estudio revela que los accidentes con víctimas mortales y heridos graves han pasado de 584 a 613 en solo un trienio. Hasta el 30 de noviembre de 2025, 133 personas han perdido la vida en 125 accidentes mortales en la red interurbana catalana. A pesar de estas cifras negativas, la tendencia a largo plazo muestra una clara mejora: en el año 2000 se registraban 700 fallecidos en las carreteras interurbanas, mientras que en 2024 la cifra bajó hasta 167.
La B-502 se enmarca dentro de un patrón claro que destaca el informe: todos los tramos con riesgo “alto” o “muy alto” corresponden a carreteras convencionales, con un solo carril por sentido. Este tipo de vías concentran la totalidad de los tramos más peligrosos, mientras que las autovías y autopistas presentan exclusivamente niveles de riesgo “bajo” o “muy bajo”. En el conjunto de Catalunya, el 26% de la red viaria analizada presenta un riesgo alto o muy alto, dos puntos más que en el trienio 2021-2023.
La carretera entre Vilassar de Mar y Argentona es una vía de conexión entre la costa y el interior del Maresme, por la que transitan vehículos particulares y motocicletas. Precisamente, las motos son uno de los grandes factores de riesgo detectados por el estudio: a pesar de representar solo el 3,2% de la movilidad global, están implicadas en el 47% de los accidentes mortales y graves, y en el 36% de los siniestros con víctimas mortales. Este hecho resulta especialmente relevante en carreteras sinuosas y convencionales como la B-502.
El Top 10
La T-314, entre Cambrils y Reus, toma el relevo de la Rabassada y se ha convertido en la carretera con el índice de peligrosidad más alto de la red viaria catalana. En la lista de las diez carreteras más peligrosas también figuran la BC-5224 entre Manlleu y Torelló, que se incorpora por primera vez a la clasificación, seguida de la C-14 entre Artesa de Segre y Ponts, también nueva en el ránking. A continuación se sitúan la GI-673/GI-674 entre Caldes de Malavella y Llagostera, en quinta posición, y la BV-5001 entre Martorelles y Vilanova del Vallès, en sexta. Completan la lista la B-502 entre Vilassar de Mar y Argentona; la GI-641 entre Torroella de Montgrí y l'Estartit, la TP-7225 entre Reus y El Morell, y la C-31 entre Sitges y Castelldefels, que aparece en el ránking por primera vez.
El estudio del RACC pone de manifiesto la necesidad de actuar de manera decidida sobre las carreteras convencionales más conflictivas. Esto abre el debate sobre posibles mejoras en seguridad vial, control de velocidad y adecuación de la infraestructura, con el objetivo de reducir la siniestralidad y evitar que esta carretera continúe figurando entre las más peligrosas del país.
Fuente: www.3cat.cat/3catinfo
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