La republicana Rosa Pou ha anunciado su renuncia a la alcaldía de Caldes d'Estrac. Lo hace después de denunciar las "presiones y coacciones" que ha recibido por parte de un grupo de funcionarios de la Policía Local, que han acabado con una denuncia de acoso laboral, que asegura que es falsa, por parte de una agente del cuerpo. También señala que ha sufrido un escarnio que vivió el pasado mes de diciembre ante su domicilio. Esta situación, dice, ha tenido consecuencias en su salud. Por este motivo, este jueves ha entrado al registro del ayuntamiento maresmenc su renuncia, con la previsión que este mismo jueves se celebre en las 20.00 h un pleno municipal extraordinario de urgencia donde se hará oficial su decisión.
En un mensaje que ha grabado rodeada de sus regidores al gobierno municipal, Pozo relata "la presión, coacciones y carencia de respecto de los últimos meses verso la figura de la alcaldía por parte de un sector pequeño pero muy orquestado del funcionariado de la policía local" del municipio. Esta, destaca, es una de las causas de la renuncia, además de la "denuncia infundada de acoso laboral interpuesta por una agente de la Policía Local".
Es por eso que asegura que su renuncia se hace efectiva porque su salud "se ha visto visiblemente afectada". Una decisión, añade, que la toma por ella, por su familia, y por los vecinos de Caldes d'Estrac.
Años muy duros
Pozo también detalla que los cinco años que ha liderado el gobierno local han estado "muy duros" y enumera algunos de los momentos más complicados del mandato. Entre ellos, el 1 de octubre, los últimos temporales que han afectado el municipio y la comarca o la gestión de la crisis sanitaria, entre otros.
Por todo ello asegura que, a pesar de lamentarlo, se ve en la necesidad de ceder la alcaldía. Pide respeto, además, por aquella gente que opta para dedicar una parte de su vida a la función pública.Este jueves se celebrará el pleno de renuncia, y seguidamente el de investidura de su sucesor al cargo.