La fractura política que se vive en Premià de Dalt se ha mostrado hoy abiertamente en el pleno extraordinario de votación de la moción de censura presentada por todos los grupos de la oposición contra Joan Baliarda (CiU). Este mediodía, el nuevo alcalde de la localidad, Sebastià Pujol (ERC), juraba el cargo en medio de silbatos, aplausos, felicitaciones e insultos, gestos contrarios que ponían en evidencia las discrepancias políticas que se viven en esta localidad. Centenares de vecinos no se han querido perder este acontecimiento político que ha puesto fin a veinticinco años de gobiernos convergentes en Premià de Dalt, pueblo natal de Jordi Pujol.
La moción de censura, presentada el pasado 24 de agosto por los grupos municipales de ERC, PSC, ICV, Acción Ciudadana y PPC, ha sido aprobada sin sorpresas. Aparte del alcalde saliente y del recién llegado, la protagonista de la jornada ha sido la regidora del PPC, Trinidad Rost, quien hasta el pasado mes de abril formaba parte del gobierno municipal en cohalisió con los nacionalistas. A la salida de un intenso pleno explicaba las razones de su voto afirmativo: He actuado de sentimiento, pensando en el pueblo y no con las consignas de partido. Además, se declaraba no tránsfuga por su calidad de independiente dentro del PPC y denunciaba las presiones sufridas este días desde la cúpula central del partido.
Por su parte, el perdedor de la jornada, Joan Baliarda, quien ocupaba la alcaldía desde 1994, ha calificado la moción de milonga y estafa política. Seguidamente, ha acusado los miembros de la oposición de poner palos a las ruedas a la gobernabilidad de CiU con la futura voluntad de conseguir herramientas de legitimització de la moción de censura. Fuerzas ciudadanos presentes en la sala han mostrado el espaldarazo a la federación con carteles de Ética y dignidad, CiU 46,39% de los votos.
Mientras tanto, los nuevos miembros del gobierno festejaban eufóricos la victoria. El nuevo alcalde ha pedido a CiU que reflexione sobre los hechos ocurreguts, ha asegurado que el pueblo compran la moción y ha prometido que la primera prioridad política del nuevo gobierno es la aprobación de los presupuestos municipales.
La moción de censura, presentada el pasado 24 de agosto por los grupos municipales de ERC, PSC, ICV, Acción Ciudadana y PPC, ha sido aprobada sin sorpresas. Aparte del alcalde saliente y del recién llegado, la protagonista de la jornada ha sido la regidora del PPC, Trinidad Rost, quien hasta el pasado mes de abril formaba parte del gobierno municipal en cohalisió con los nacionalistas. A la salida de un intenso pleno explicaba las razones de su voto afirmativo: He actuado de sentimiento, pensando en el pueblo y no con las consignas de partido. Además, se declaraba no tránsfuga por su calidad de independiente dentro del PPC y denunciaba las presiones sufridas este días desde la cúpula central del partido.
Por su parte, el perdedor de la jornada, Joan Baliarda, quien ocupaba la alcaldía desde 1994, ha calificado la moción de milonga y estafa política. Seguidamente, ha acusado los miembros de la oposición de poner palos a las ruedas a la gobernabilidad de CiU con la futura voluntad de conseguir herramientas de legitimització de la moción de censura. Fuerzas ciudadanos presentes en la sala han mostrado el espaldarazo a la federación con carteles de Ética y dignidad, CiU 46,39% de los votos.
Mientras tanto, los nuevos miembros del gobierno festejaban eufóricos la victoria. El nuevo alcalde ha pedido a CiU que reflexione sobre los hechos ocurreguts, ha asegurado que el pueblo compran la moción y ha prometido que la primera prioridad política del nuevo gobierno es la aprobación de los presupuestos municipales.