El Arborètum de Cataluña, situado en Cabrils, es uno de los tesoros naturales más singulares del Maresme. Instalado a la masía de Can Barba, en el centro del municipio y en plena Cordillera del Litoral, este bosque de casi 40.000 m² ofrece un recorrido único por los principales ecosistemas del país. En una sola visita, es posible descubrir una representación excepcional de los árboles que definen la geografía catalana.
El espacio, gestionado por la Escuela de Natura, destaca por su accesibilidad, tranquilidad y belleza. Pasear es sumergirse en la montaña baja, la media montaña, el bosque de ribera y los ambientes de alta montaña sin salir del Maresme. De las 120 especies arbóreas que existen en Cataluña, 90 crecen dentro de la Arborètum.
Un bosque que explica un país
El Arborètum acoge encinas centenarias, hasta siete especies de robles, y árboles de alta montaña como el abeto, el pino negro o el haya. También florecen especies de ribera como el olmo, el sauce, el abedul, el aloc, el tamariu o el acebuche.
Presidiendo este gran mosaico vegetal destaca un roble monumental de más de 30 metros de altura y unos 450 años de edad, un gigante venerable que parece custodiar el espacio.
A la parte central del bosque, un río con tres cascadas aporta frescura y crea un ambiente propio de los bosques de ribera. Este curso de agua alimenta dos balsas donde viven cinco tipos de anfibios: desde la reineta hasta el sapo común, la rana verde o las salamandras.
Un museo vive al aire libre
Creado el 1995 como herramienta de educación ambiental para los primeros ciclos escolares, el Arborètum se ha convertido en un espacio abierto a todos los públicos. Grupos familiares, escolares o de amigos pueden hacer visitas guiadas (a partir de 10 personas), pero también es posible recorrerlo libremente.
Dentro del espacio, los visitantes disponen de una zona de picnic con mesas, columpios e incluso un horno para cocinar, convirtiéndolo en un lugar ideal para disfrutar de la natura en comunidad.
Uno de los elementos más especiales del recinto es la colección de arbrissons cedida por el doctor Martí Boada y la Universitat Autònoma de Barcelona . Son 35 ejemplares hijos o nietos de árboles monumentales de Cataluña: entre ellos, el nieto del Pi de las Tres Ramas o el hijo del Castanyer de Can Gusano, de más de mil años. Todos están etiquetados y distribuidos por el recorrido, añadiendo una dimensión histórica y simbólica a la visita.