Este 2013 hace diez años que se inauguró la Fundación Palau de Caldes de Estrac y cinco años que murió su promotor, Josep Palau y Fabre. Es el momento de hacer balance y todavía el futuro de un centro que quiere ser un referente cultural a su territorio, pero también al conjunto del país. Los elementos no le faltan: la Fundación Palau cuenta, por un lado, con el prestigio de su fundador, Palau y Fabre, poeta, intelectual, coleccionista de arte y máximo especialista en la obra de Picasso. Por otro lado, la Fundación gestiona la colección personal de Palau y Fabre, integrada en gran parte por obras de Picasso, pero también por piezas de artistas catalanes de renombre que van desde Miró a Perejaume. Poner en solfa todo este patrimonio, mantener vive el espíritu de Palau y Fabre y en el mismo tiempo ser capaz de proyectar la Fundación Palau hacia el futuro, abriéndola a nuevos públicos y consolidando- la como un equipamiento cultural de referencia son algunos de los retos que afronta el centro en su décimo aniversario. Y su nuevo director, Pere Almeda, es el encargado de liderar este trabajo.
Almeda, con un nuevo equipo de dirección, cogió las riendas de la Fundación Palau ahora hace ocho meses, a las puertas de la celebración del décimo aniversario del centro: "Es un buen momento para repensar qué es el que se quiere hacer, el que quiere ser, y el que quiere expresar esta fundación", explica.
La primera tarea es la de redefinir los objetivos de la Fundación . Objetivos que no olvidan el nombre de su fundador. "Tenemos un hecho diferencial que es en Palau y Fabre, una figura poliédrica. De estas virtudes extraemos los valores que nos tienen que ayudar a definir la Fundación Palau, pero no con la voluntad de ser un mausoleo , sino de ser un centro de arte contemporáneo y un centro literario y de pensamiento que mira al presente y al futuro", comenta.
El Festival de verano 'Poesía y ' que tiene lugares estos días es un buen ejemplo de esta voluntad. "Con el festival hemos querido coger esta actitud vital y transgresora del propio Palau, la de no dejar a nadie indiferente y tocar los puntos sensibles de nuestra cultura", comenta Almeda, avanzando que estos principios tienen que ayudar a definir las futuras exposiciones.
Picasso, el gran reclamo
La Fundación Palau ha empezado a diseñar un programa de exposiciones hasta el año 2017, fecha en que se conmemorará el centenario del nacimiento de Palau y Fabre. Uno de los ejes importantes de este programa será el que hace referencia, inevitablemente, a Picasso, uno de los grandes atractivos de la Fundación Palau. "Cada cierto tiempo queremos hacer una exposición o actividad relacionada con Picasso y la manera como Palau lo trató", explica Almeda. La primera gran exposición podría llegar el próximo año y estará centrada en uno de los periodos más fértiles y creativos de Picasso, el que va de 1927 al 1939, y que coincide con el final de su exploración del cubismo y un cierto regreso a las curvas. Almeda asegura que la exposición incluirá "piezas que sueño difíciles de ver, que no se han visto nunca en nuestro país", algunas procedentes de fuera y otras instituciones. De cara al 2015 o principios del 2016 se trabaja en otra gran exposición sobre el mundo picassià y su entorno.
Pintura catalana e historia cultural
Otro de los ejes es, precisamente, la colección de pintura catalana. "Queremos dar a conocer nuestra colección de arte, tenemos artistas de pintura catalana del primer tercio del siglo XX muy interesantes y podemos extraer algunas exposiciones", explica.
Por otro lado, la Fundación se ha fijado el objetivo de hacer "historia cultural". El centro ha acogido recientemente la exposición 'La revuelta poética" producida conjuntamente con el centro de Artes Santa Mònica y que revisa los 60 y 70 y el papel de los poetas. "Queremos hacer exposiciones de este tipo. Tenemos un proyecto de pensar todo el que es la década de los 60 desde diferentes puntos de vista. También estamos trabajando en un proyecto sobre el veraneo, muy vinculado en Caldes de Estrac", apunta.
Literatura y poesía, un eje importante
Por último, una parte de la actividad también tendrá muy presente el ámbito de la literatura y la poesía. Entre los proyectos, destaca una exposición sobre Federico Garcia Lorca y su relación con Cataluña y sus intelectuales.
Dentro de la apuesta por las letras, también destaca el papel que juega el festiva 'Poesía y '. El Festival nació con los recitales que hacía el propio Palacio y Fabre y sus amigos, y poco a poco fue creciente hasta configurarse como festival. El festival de este 2013 es, según Almeda, una edición "impàs". El certamen cuenta con el asesoramiento de Eduard Escoffet, exdirector del Festival de Poesía de Barcelona, que ha contribuido al cambio de propuesta e imagen del festival. "El próximo año lo queremos hacer crecer, buscando un público determinado, más joven, con actitud poética más transgresora. Queremos ser una cita imprescindible de los festivales de verano y ser un festival de poesía de referencia". De cara al año próximo el Festival se podría abrir a otros municipios como Sant Vicenç de Montalt, Llavaneres o Arenys, e incluir producciones internacionales.
Almeda se muestra "entusiasmado" por el futuro de la Fundación Palau, a pesar de que el centro de Caldes de Estrac, como la mayoría de equipamientos culturales del país, no ha quedado al margen de la crisis y los recortes. La Fundación está elaborando un plan estratégico y de viabilidad y desde la dirección tienen muy claro que hay que apostar por exposiciones y actividades que sean sostenibles y viables. Y tienen clara la apuesta de futuro: "Queremos que la Fundación Palau se identifique con propuestas culturales de calidad que no se encuentran en otros espacios y que complementan la oferta cultural de todo el país. Queremos que todo aquello que hacemos vincule la figura de Palau y Fabre y el que representaba, su actitud de vanguardia , la manera de traer a los límites la actitud intelectual, cultural, literaria, poética, artística para forzar y provocar nuevas reflexiones y sensaciones estéticas".
Almeda, con un nuevo equipo de dirección, cogió las riendas de la Fundación Palau ahora hace ocho meses, a las puertas de la celebración del décimo aniversario del centro: "Es un buen momento para repensar qué es el que se quiere hacer, el que quiere ser, y el que quiere expresar esta fundación", explica.
La primera tarea es la de redefinir los objetivos de la Fundación . Objetivos que no olvidan el nombre de su fundador. "Tenemos un hecho diferencial que es en Palau y Fabre, una figura poliédrica. De estas virtudes extraemos los valores que nos tienen que ayudar a definir la Fundación Palau, pero no con la voluntad de ser un mausoleo , sino de ser un centro de arte contemporáneo y un centro literario y de pensamiento que mira al presente y al futuro", comenta.
El Festival de verano 'Poesía y ' que tiene lugares estos días es un buen ejemplo de esta voluntad. "Con el festival hemos querido coger esta actitud vital y transgresora del propio Palau, la de no dejar a nadie indiferente y tocar los puntos sensibles de nuestra cultura", comenta Almeda, avanzando que estos principios tienen que ayudar a definir las futuras exposiciones.
Picasso, el gran reclamo
La Fundación Palau ha empezado a diseñar un programa de exposiciones hasta el año 2017, fecha en que se conmemorará el centenario del nacimiento de Palau y Fabre. Uno de los ejes importantes de este programa será el que hace referencia, inevitablemente, a Picasso, uno de los grandes atractivos de la Fundación Palau. "Cada cierto tiempo queremos hacer una exposición o actividad relacionada con Picasso y la manera como Palau lo trató", explica Almeda. La primera gran exposición podría llegar el próximo año y estará centrada en uno de los periodos más fértiles y creativos de Picasso, el que va de 1927 al 1939, y que coincide con el final de su exploración del cubismo y un cierto regreso a las curvas. Almeda asegura que la exposición incluirá "piezas que sueño difíciles de ver, que no se han visto nunca en nuestro país", algunas procedentes de fuera y otras instituciones. De cara al 2015 o principios del 2016 se trabaja en otra gran exposición sobre el mundo picassià y su entorno.
Pintura catalana e historia cultural
Otro de los ejes es, precisamente, la colección de pintura catalana. "Queremos dar a conocer nuestra colección de arte, tenemos artistas de pintura catalana del primer tercio del siglo XX muy interesantes y podemos extraer algunas exposiciones", explica.
Por otro lado, la Fundación se ha fijado el objetivo de hacer "historia cultural". El centro ha acogido recientemente la exposición 'La revuelta poética" producida conjuntamente con el centro de Artes Santa Mònica y que revisa los 60 y 70 y el papel de los poetas. "Queremos hacer exposiciones de este tipo. Tenemos un proyecto de pensar todo el que es la década de los 60 desde diferentes puntos de vista. También estamos trabajando en un proyecto sobre el veraneo, muy vinculado en Caldes de Estrac", apunta.
Literatura y poesía, un eje importante
Por último, una parte de la actividad también tendrá muy presente el ámbito de la literatura y la poesía. Entre los proyectos, destaca una exposición sobre Federico Garcia Lorca y su relación con Cataluña y sus intelectuales.
Dentro de la apuesta por las letras, también destaca el papel que juega el festiva 'Poesía y '. El Festival nació con los recitales que hacía el propio Palacio y Fabre y sus amigos, y poco a poco fue creciente hasta configurarse como festival. El festival de este 2013 es, según Almeda, una edición "impàs". El certamen cuenta con el asesoramiento de Eduard Escoffet, exdirector del Festival de Poesía de Barcelona, que ha contribuido al cambio de propuesta e imagen del festival. "El próximo año lo queremos hacer crecer, buscando un público determinado, más joven, con actitud poética más transgresora. Queremos ser una cita imprescindible de los festivales de verano y ser un festival de poesía de referencia". De cara al año próximo el Festival se podría abrir a otros municipios como Sant Vicenç de Montalt, Llavaneres o Arenys, e incluir producciones internacionales.
Almeda se muestra "entusiasmado" por el futuro de la Fundación Palau, a pesar de que el centro de Caldes de Estrac, como la mayoría de equipamientos culturales del país, no ha quedado al margen de la crisis y los recortes. La Fundación está elaborando un plan estratégico y de viabilidad y desde la dirección tienen muy claro que hay que apostar por exposiciones y actividades que sean sostenibles y viables. Y tienen clara la apuesta de futuro: "Queremos que la Fundación Palau se identifique con propuestas culturales de calidad que no se encuentran en otros espacios y que complementan la oferta cultural de todo el país. Queremos que todo aquello que hacemos vincule la figura de Palau y Fabre y el que representaba, su actitud de vanguardia , la manera de traer a los límites la actitud intelectual, cultural, literaria, poética, artística para forzar y provocar nuevas reflexiones y sensaciones estéticas".