El Maresme está haciendo progresos significativos en la gestión de residuos, pero aún queda trabajo por hacer, especialmente en el incremento de la recogida selectiva y el reciclaje. Las iniciativas de prevención de residuos y los sistemas eficientes de recogida son esenciales para alcanzar los objetivos establecidos y avanzar hacia una economía circular. La Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) ha presentado recientemente el balance de la gestión de los residuos municipales correspondiente al año 2023. En el Maresme, la reducción de la generación de residuos y la aplicación de sistemas de recogida eficientes están configurando un panorama prometedor, aunque con retos por superar.
Durante el año 2023, el Maresme generó un total de 219.434 toneladas de residuos municipales, una disminución del 4,3% respecto al año anterior. Esta bajada se ha traducido en una reducción de la generación per cápita, que ha pasado a ser de 492 kg por habitante al año, 27,7 kg menos que en 2022. Este descenso se alinea con los objetivos del Plan de Prevención de Residuos del Maresme, iniciado en 2022, que busca una reducción del 26,4% en la generación de residuos para el año 2027, en comparación con los datos de 2010.
Estancamiento general y nuevos sistemas eficientes
El porcentaje de recogida selectiva en la comarca ha sido del 46,4%, con un total de 101.800 toneladas recogidas. Sin embargo, esta cifra representa una caída del 3,5% respecto a 2022, indicando un cierto estancamiento. Según Carles Salesa, director de Maresme Circular, "los sistemas actuales de recogida selectiva han alcanzado el máximo de eficiencia, y lo que hace falta es avanzar hacia sistemas eficientes como la recogida puerta a puerta o contenedores cerrados con identificación del usuario".
Un ejemplo destacado es el de Sant Andreu de Llavaneres, que implementó la recogida puerta a puerta en 2022, aumentando su porcentaje de recogida selectiva del 58,8% al 79,6% en 2023.
Los mejores y los peores municipios
La recogida selectiva varía significativamente entre los municipios del Maresme. Quince de los veintiocho municipios superan el 50%, destacando Argentona (86,0%) y Sant Andreu de Llavaneres (79,6%). En cambio, Mataró, con un 36,8%, está por debajo de la media catalana de las grandes ciudades, aunque ha aumentado un 3,1% respecto a 2022 gracias a la implementación de sistemas eficientes como la Recogida Selectiva Móvil y el Puerta a Puerta.
Recogida selectiva puerta a puerta en las urbanizaciones
Entre las fracciones de residuos, los envases ligeros han sido la única fracción que ha aumentado (1,8%). En cambio, el vidrio, el papel y cartón, y la fracción orgánica han registrado ligeras reducciones. Destaca el aumento del 32,5% en la recogida de aceites vegetales y un crecimiento del 3,4% en textil.[banner-AMP_5]
La fracción resto ha supuesto el 53,6% de los residuos municipales generados en el Maresme, con 117.633 toneladas. A pesar de que esta fracción ha disminuido un 4,9% respecto a 2022, aún representa más de la mitad de los residuos, reflejando una falta de separación en origen. A nivel europeo, el objetivo es que solo un 10% de los residuos municipales se destinen a depósito controlado para el año 2035. El Maresme, con un porcentaje actual de solo el 0,1%, está bien posicionado en este aspecto.[banner-AMP_6]
El Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme ha recuperado más de 10.903 toneladas de materiales reciclables en 2023. El rechazo no recuperable ha sido valorizado energéticamente, generando 36.767 MWh de energía eléctrica, suficiente para suministrar energía a más de 12.255 familias.
Cumplimiento de los objetivos de reciclaje
Aunque la recogida selectiva en Cataluña se sitúa en un 46,7%, el nivel de reciclaje real es del 40,3%. En el Maresme, la contribución del Centro Integral de Valorización permite alcanzar un 42%, aún lejos de los objetivos europeos del 55% para 2025 y el 60% para 2030.[banner-AMP_7]