El gobierno municipal ha decidido poner solución a los problemas que provoca el pavimento de las calles Barcelona, Pujol y Santo Cristòfor, sobre todo cuando llueve. El tipo de empedrado de estas calles está muy erosionado, por lo cual los resbalones se han convertido en un hecho habitual. Para poner remedio, ahora el Ayuntamiento ha empezado a aplicar un tratamiento antideslizante que ponga freno a los patinazos. El tratamiento, que se ha iniciado este lunes día 13, no es de tipo químico sino que se realiza con una máquina equipada con bolas de acero que crean rugositats a la piedra en base de pequeños impactos. Las tareas se desarrollan en una área de trabajo de 1,5 metros de anchura por cinco metros de largo, por lo cual no se causan molestias ni a peatones ni en las tiendas de estas calles que destacan por su actividad comercial. Los trabajos, ejecutados por la empresa Lotum, tienen un presupuesto de 11.300 euros.
El pavimento de la calle Barcelona