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Ramon Bassas

Adiós patronatos

El pleno del Ayuntamiento de Mataró del pasado jueves aprobó un dictamen que inicia la disolución de los organismos autónomos municipales, una figura jurídica que la Ley establece para poder prestar determinados servicios públicos. Empezaré para decir que me parece una excelente noticia y me congratulo que mis compañeros del grupo socialista hayan apoyado. No sé si revelaré un secreto diciendo que siempre me había parecido un anacronismo mantener estas estructuras, aunque con dos excepciones: que es bueno descentralizar la mayoría de tomas de decisión en una organización tan grande y compleja como un ayuntamiento; y que es bueno mantener órganos de control y participación ciudadana en la gestión de la política municipal. Si se mantienen estas premisas, todo el resto me parece prescindible.

Los organismos autónomos (que se decían patronatos) se impusieron como modelo de gestión flexible y moderna al inicio de los ayuntamientos democráticos ante una administración pesada y con bastantes déficits de eficiencia. Los sucesivos procesos de modernización de la administración (desde la informática en ochenta a la administración electrónica de esta década, pasando por la mejora de la atención ciudadana, las externalitzacions, la formación o los planes de calidad), han invertido las vuelves. Y han introducido nuevos 'vicios' en unas estructuras claramente anticuadas.

Me podrán decir, con razón: "bien, si era tan bueno ¿por qué no lo hicieron, ustedes?" Antes de responder, también diré una cosa a favor del gobierno actual (sin que sienta precedente, eh?). Si una cosa buena puede hacer la alternancia es resolver aquellas cosas que tienen demasiado pasado, que han sido frutos otros consensos que no tienen que hipotecar equipos nuevos. Respondo. Recuerdo que el 1987, el entonces alcalde y candidato a la reelección Manuel Mas -que gobernaba con mayoría absoluta- propuso la disolución del Patronato de Cultura y, de retruque, replantearse esta figura jurídica. No hay que decir que la pérdida de la mayoría absoluta tuvo mucho que ver con dejar en el cajón esta propuesta. En una nueva mayoría absoluta con Manuel Mas se insistió en un camino que -de hecho- fue mucho más pesado del que parecía en el principio, disolviendo patronatos municipales en un nuevo Instituto Municipal de Educación, pero no fue suficiente.

Aquella época y las posteriores coincidieron con pasos de gigante en la modernización de la administración, incluidos los organismos autónomos. Recuerdo muy bien que algunos de los déficits a que hacía referencia ya existían respete el resto del Ayuntamiento: en poítiques de recursos humanos, en la gestión de las cuentas, en las compras, en la informática... cosa que nos hizo trazar un plan para unificar los estándares en todos estos niveles, incluirlos en las estrategias de mejora de la prestación de servicios (ahorros, atención ciudadana, etc...) y, incluso, unificar la imagen corporativa. No fue fácil, pero se nos ocurrió que era mucho mejor perder el tiempo mejorando por dentro que no inciar un debate bizantino sobre patronatos sí o no.

Últimamente, ya bajo la alcaldía de Joan Antoni Baron, se dio un paso más en esta unificación en algunos cambios importantes a sus estatutos que afectó incluso al nombre, la mayoría de los cuales pasó a ser 'instituto'. No hay que decir que mi opinión y la de la mayoría de mis compañeros consistía al ir bastante más lejos. Por eso digo que una cosa positiva que podemos sacar de la alternancia es esta. Y añado de paso que podrían haber más, en entente al menos entre los dos primeros partidos (con empate en número de regidores) cómo se ha visto en los presupuestos, en la reforma del RON también el pasado jueves o en otras muchas cosas.

O sea que me gusta que se haya abierto este camino, perfectamente coherente con las reformas que se habían hecho (y que habrá que hacer siempre en un lugar como un ayuntamiento). Ya me habría gustado, pero, que en todos estos procesos de mejora hubiéramos tenido el apoyo de los que entonces eran oposición, la opinión de los cuales por cierto, era meridianament contraria de la que mantienen un golpe gobiernan.También por eso fue buena la alternancia. Y me temo que para nada más