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Susana Pareja Ortiz

Ahora toca tocarte!

La piel es nuestra fuente de comunicación y placer sólo nacer.

Nueve meses rodeados de aguas cálidas, y un vientre que nos cura de cualquier peligro. Mimats y plenos de caricias externas, y de internas que transmite el cerebro de nuestra madre hacia nosotros por la sangre, los flujos y las ganas.

Salimos y seguimos abrazados, abrazados a la gente que, con su bienvenida, sus besos suaves y tiernos, nos transmiten serenidad, felicidad, amor y paz. Contactamos con nuestra primera fuente de placer, el alimento, por los labios, la boca, la lengua...

Crecemos y buscamos nuevos horizontes, los besos y las caricias continúan... pero no siempre a la misma intensidad... van menguante. A la adolescencia somos nosotros quien rechazamos o nos avergüenzamos de aquellas caricias y muestras de afecto incondicional que recibimos de nuestra madre y padre. Entonces queremos los de nuestros iguales y sobre todo, esperamos aquellos besos y caricias que en tantas historias y cuentos acaban con un final feliz, un abraç infinito, un beso de todo corazón, o muchos y muchos... Encontramos nuevas sensaciones que despiertan nuevos besos: las parejas, los amigos íntimos, nuestros amores.

Quizás pasamos la vida entre amores, besos y caricias. Quizás pasamos la vida con aquella persona que nos ofrece los suyos cada día, o cada dos, o cada vez que queremos los dos. Sea como fuere, el tiempo deja menos espacios por los besos y el contacto físico. La rutina, las obligaciones y lo dejarse traer por el día a día también nos puede hacer olvidarlas.

Nos hacemos grandes, los años pasan y pesan, los besos y las caricias se añoran. Prácticamente no ocupan nada de nuestro día a día. Qué ha pasado? Justamente cuando más necesito de aquello que ya sé que me gusta y que tan bueno es, esta manera de estimar y amar ya no me rodea. Un día ya no sereno, pero no me quejo de los años no vividos, sino de los besos y caricias no dados y recibos cuando vivía.

Cuando morimos, lo hacemos con carencia de caricias de los otros, pero también de nosotros mismos.

La mayoría de la gente desconoce las sensaciones de un 80% de los rincones de su piel. Muchas veces estas se descubren porque otras nos tocan, y encontramos un punto de placer o no placer. Pero la piel es un órgano merecedor de más tiempo y estímulos si queremos que nuestra sexualidad dé un paso gigante en beneficio del placer. Por qué no nos paramos a sentir aquello que nos transmite nuestra piel? Por qué no nos comunicamos con nosotros mismos por ella? Has descubierto todas las zonas de tu cuerpo que te mimen, te relajan, te despiertan el deseo, la pasión, el erotismo y la sexualidad?

No hay ningún guion, ningún secreto. Ahora toca tocarte! Dedícate todo el tiempo que quieras y necesites para descubrirte. No importa si contigo mismo o con pareja, no esperes a nadie! Descubre tu sensibilidad, tus puntos de placer, de relax, de gusto, y déjate traer! Explica a quien estimes y desees aquello que quieres compartir. Descúbrete y enseña que te gusta, no esperes que te enseñen a descubrirte!

De tu piel y tu placer, ya lo sabes todo?