Juntamos tres grupos que se acercan al flamenco desde tres vertientes tanto diferentes como el rock, la rumba y la electrónica más suave. Añadamos acentos surenys, guitarras, trompetas, caixons, mucha batería, algún scratch. Y veremos una radiografía de la música mestiza española desfilar por delante nuestro.
El concierto del Antiguo Parque Central despertó muchísima expectación. Y una expectación lógica, si tenemos en cuenta que los tres grupos dispuestos a llenar de música la noche durante más de cinco horas son nombres de primera división a la música española. Los Delinqüentes fueron los primeros al aterrizar al escenario. Su rumba mezclada de reggae despertó la audiencia. Ayudados por un doble cajón casi permanente, tres guitarras y una voz principal rogallosa, la banda jerezana de la Frontera mezcla su música con una teatralidad ilarant, en la que los músicos se disfrazan y actúan como personajes. El aire festivo y de flamenco desenfadado de Los Delinqüentes se demuestra perfectamente con canciones como La primavera trompetera, a pesar de que también saben encontrar un cariz más contundente con temas como Tabanquero, con guitarras eléctricas con fuerte distorsión y unos ritmos mucho más duros.
Y el plato fuerte de la noche subió al escenario y tocó Chambao. Una propuesta minimalista, de pocos músicos, y una disposición exótica: dos baterías, un disco-jòquei lanzador de ritmos electrónicos que a veces tocaba la flauta travessera, un teclista con sintetizador... y en medio del escenario la emblemática cantante del grupo andaluz, Mari. La suavidad del flamenco de ritmo sencillo de los Chambao acaricia los límites del chill out con temas como Ahí estás tú. Seguramente es esta derramando el que los ha hecho más populares; el aire poético de la voz flamenca con los ritmos edulcorados de una percusión suave y unos ritmos electrónicos y sonidos acústicos de guitarra sólo apuntados. Poquito a poco fue otro de los temas que más se aplaudieron.
La noche estaba ganada, pero era la hora de rematar la jugada con ritmos delirantes. Y Muchachito Bombo Infierno, un cantante surgido de Santa Paloma de Gramanet pero que parece enviado por correo urgente desde Cádiz, reventó musicalmente la noche. Con un bombo para el propio Muchachito, una sección de vientos de cuatro instrumentos y una batería enloquecida, los Bombo Infierno tocaron canciones a un ritmo acceleradíssim, siempre seguidos por la voz medio afònica del cantante. Será mejor, una de las canciones del verano del año pasado, es un claro ejemplo de esta fiesta de la rumba que es Muchachito. Para acabar, se atrevieron con un tango. Sí señor, que no falte de nada. De una soleá se pasaba al tango. De una rumba a un pop mezclado. Así se gastaban el sábado en Parque Central. Alegría y mestizaje sin complejos en el Parque.
Entre grupo y grupo y mentres se cambiaban los instrumentos y micrófonos, un dj pinchaba canciones de bandas que también han apostado por la mescla sin compromisos de estilos musicales. Se sintieron clásicos, ya históricos como Mando Negra o los ya incontestables Ojos de Brujo. También sonaron grupos como La Encuentra Kung-Fú, Amparanoia o la cantante extremeña Bebe. Nombres que el año que viene podrían estar presentes al Cruce. Quién suena apuesta...
Sábado 22 de julio. Antiguo Parque Central. Delinqüentes, Chambao & Muchachito Bombeo Infierno. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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