Hace justo un año que el País Valencià vivió una DANA devastadora. Las calles convertidas en torrentes, los coches arrastrados, los barrios aislados y la sensación de una improvisación colectiva abrieron un debate incómodo sobre qué había fallado: la previsión meteorológica, la coordinación de los servicios de emergencia, la comunicación con la ciudadanía o la falta de cultura del riesgo. Además de la ineptitud política, claro está. Doce meses después, muchos municipios del Mediterráneo —también Mataró— observan aquel episodio con una pregunta que actúa como espejo: ¿qué pasaría si fuera aquí? Y, sobre todo, ¿estamos preparados?
En Mataró, quien se hace esta pregunta cada día es Carlota Dicenta, jefa de Protección Civil del Ayuntamiento. Desde su despacho, vive con el teléfono encendido a todas horas, pendiente de los avisos del CECAT (Centre de Coordinació Operativa de Catalunya) y de las alertas del Meteocat y Meteomar. “Los avisos llegan constantemente. A veces, dos servicios distintos dicen cosas diferentes. Unos miran unos mapas, otros miran otros. Pero al final, la experiencia te dice cuándo debes estar alerta”, explica. Dicenta sabe que la precisión absoluta no existe: “Ni los mismos meteorólogos pueden asegurar la intensidad exacta de la precipitación. Tenemos que aprender a convivir con la incertidumbre”. Por eso, el sistema de Protección Civil funciona con un código semafórico —verde, amarillo, naranja y rojo— que marca el nivel de riesgo. Cuando el color es naranja, el dispositivo municipal se activa; si es rojo, entra en fase de emergencia.
El cerebro del sistema
Cada municipio de Catalunya debe tener su propio Plan de Emergencias Municipal (DUPROCIM), un documento vivo que reúne todos los protocolos: inundaciones, incendios forestales, vendavales, nevadas, apagones eléctricos, accidentes químicos o incluso grandes actos ciudadanos como la Cabalgata de Reyes, el Carnaval o Les Santes. “El DUPROCIM lo recoge todo, con fichas de actuación para cada servicio municipal. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer”, resume Dicenta. Cuando se activa un plan, entra en marcha el PECOM (Protección Civil Operativa Municipal), una herramienta de la Diputación que envía automáticamente más de un centenar de mensajes a los servicios implicados: policía, brigadas, servicios sociales, vía pública, comunicación, limpieza y compañías externas. “En cuestión de minutos, todos reciben las órdenes.”
Esa inmediatez es esencial. “Ahora pondremos sensores en los pasos subterráneos, con señales luminosas. Si se están inundando, lo sabremos al instante”, dice. “En València falló precisamente eso: la información no llegó lo suficientemente rápido”.
Los avisos que no se pueden ignorar
El circuito de información comienza, a menudo, horas antes de la tormenta. Los mensajes del Meteocat y el Meteomar llegan a los ayuntamientos con la previsión del día siguiente. “Cuando ambos coinciden y dicen que lloverá fuerte, tengo la certeza. Entonces preparo la activación preventiva”, explica Dicenta. En caso de alerta naranja, se convocan reuniones de equipo, se avisa a la policía local, se refuerzan los servicios y se alerta a la ciudadanía a través de redes sociales y paneles electrónicos. Si el riesgo pasa a rojo, entra en juego el Comité de Crisis Municipal (CECOPAL), formado por el alcalde o alcaldesa, los jefes de servicio y los técnicos responsables. “Nos reunimos en el centro de coordinación municipal y mantenemos comunicación directa con el CECAT. Ellos coordinan si hay más de un municipio afectado.”
En València, una de las lecciones más repetidas fue la confusión entre administraciones. Dicenta lo tiene claro: “Si hay más de un municipio implicado, quien decide es el CECAT. Y la máxima autoridad siempre es la consellera de Interior. Nosotros actuamos bajo ese paraguas”.
Protección Civil no solo trabaja cuando llueve. Cuando llegan los episodios de bajas temperaturas, Mataró activa el plan correspondiente: Bienestar Social llama a las personas que viven solas, se abren refugios climáticos y la Cruz Roja sale a buscar personas sin techo para llevarlas al albergue. “Cuando bajamos de cero, una persona sin refugio puede morir”, recuerda Dicenta. En verano, la preocupación es el riesgo de incendios forestales. Mataró, con montaña y mar tan cerca, vive en una especie de equilibrio frágil. “Preparamos franjas de protección, revisamos caminos y limpiamos zonas de vegetación seca. Es parte de nuestro ciclo anual”.
La ciudad que aprende
Después del temporal Gloria (2020) o del apagón del pasado abril, Protección Civil aprendió mucho. “Entonces vimos que un apagón eléctrico podía ser un caos. Ahora tenemos protocolos para eso también”. Ese mismo año 2020, la pandemia y la sequía pusieron a prueba el sistema. “Desde entonces, nuestro DUPROCIM se ha actualizado constantemente. No podemos funcionar con un documento antiguo”.
También ha habido avances en comunicación. Dicenta cree que hoy existe más sensibilidad. “Siempre ha llovido, pero ahora hay más episodios extremos. Y la gente lo percibe. También hay más cobertura mediática y política”. Sin embargo, advierte que hay que encontrar el equilibrio: “No podemos activar una alerta por cada nube, pero si no lo hacemos y pasa algo, nos la jugamos”.
“El cambio climático es evidente”, concluye. “Hace quince años teníamos una inundación cada trimestre. Ahora tenemos tres al mes”. Esta frecuencia obliga a estar en alerta permanente. “Nos avisan más, pero también hay fenómenos más violentos. Antes no pasaban estas cosas”. En el fondo, dice, la protección civil es un tejido invisible: “Cuando todo funciona bien, nadie se da cuenta. Pero esa es la mejor noticia posible”.
¿CÓMO SE GESTIONAN LAS EMERGENCIAS?
CECAT – Centre de Coordinació Operativa de Catalunya
Función principal
- Coordinar todos los recursos de emergencias a nivel de país, tanto de la Generalitat como de los entes locales, para garantizar una respuesta rápida, coordinada y eficiente.
- Depende de la Direcció General de Protecció Civil del Departament d’Interior.
- Trabaja conjuntamente con Bombers de la Generalitat, Mossos d’Esquadra, SEM, Agents Rurals, etc.
Funciones clave
- Recepción y valoración de avisos de emergencia (meteorológicas, industriales, forestales, tecnológicas, etc.).
- Activación de los planes de protección civil (PROCICAT, INFOCAT, NEUCAT, etc.).
- Coordinación interinstitucional entre servicios de emergencia y ayuntamientos.
- Difusión de información a la población y a los medios a través del canal 112 y comunicados oficiales.
- Seguimiento y apoyo a los municipios afectados.
- Gestión del retorno a la normalidad una vez pasada la emergencia.
CECOPAL – Centre de Coordinació Operativa Municipal (caso de Mataró)
Función principal
Es el centro de mando local ante una emergencia dentro del término municipal.
- Coordina todos los recursos municipales (Policía Local, Protección Civil, servicios técnicos, brigadas, asistencia social, etc.) y actúa bajo la dirección de la alcaldía.
- Se coordina directamente con el CECAT cuando la situación supera el ámbito local.
Funciones clave
- Activar el Plan de Emergencia Municipal según el tipo de riesgo (inundaciones, vendavales, incendios, etc.).
- Coordinar los servicios locales de intervención y asistencia.
- Mantener comunicación constante con el CECAT para actualizar la situación y recibir instrucciones.
- Informar a la población local (alertas, confinamientos, puntos seguros…).
- Gestión logística y atención a las personas afectadas.
- Restablecimiento de los servicios básicos y evaluación posterior.
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