Por la tarde del 21 de febrero, al Teatro Zorrilla de Badalona, se hizo el acto inaugural del el Año Fabra, conmemorativo del centcinquantè aniversario del nacimiento del lingüista más importante de toda la historia del catalán.
Por qué en Badalona? Fabra vivió 23 años y en esta ciudad, la antigua Bétulo romana, redactó el famoso Diccionario de la Lengua Catalana utilizando la lengua normativitzada que él mismo había ordenado.
Fabra hizo un trabajo ingente sobre el catalán que elevó nuestra lengua al nivel de útil para cualquier ámbito de las letras y de la ciencia. Por eso se lo ha denominado la cordura ordenador de la lengua catalana.
Fue una personalidad de una sabiduría extraordinaria y supo reunir en lengua y gramática todo lo capital que de si daba nuestro idioma considerando todas las regiones lingüísticas del territorio. Trabajador incansable, tuvo que superar dificultades de todo orden, sobre todo la oposición de lingüistas que se oponían a un modelo de lengua basado en la ciencia y la observación, aspectos que el Mestre supo combinar sabiamente. A él le debemos de la dignificación de nuestro idioma, de nuestra lengua, hecho tan importando cuando consideramos que la lengua de un pueblo es la clave de su libertad y la carta de presentación en el mon.
Precisamente, a la vigilia del día en que se emprendía el pistoletazo de salida del Año Fabra en Badalona, al patio de la Convalecencia del Instituto de Estudia Catalanes (IEC), la Sección Filológica quiso rendir homenaje académico en el insigne lingüista descubriendo un busto de su persona y ofreciendo una corona de laurel al pie del pedestal que lo sostenía. Era el mismo día del nacimiento de Pompeu Fabra. Una acto digno, emotivo y académico como correspondía. El presidente del IEC el incià con su parlamento de recuerdo y agradecimiento, Jordi Mir, de la Sección Filológica, hacéis la biografía en memoria del lingüista eminente. El último parlamento de conclusión lo pronunció la Dra. Teresa Cabré, presidenta de la Sección Filológica del IEC que va ramrcar que sin el ubra y legado de Fabra la lengua catana no hubiera conseguido las altas uaotes de prestigio internacional y nacional.
Este año, hace cincuenta años que se celebró el centenario del nacimiento –1968– con el lema: "Pompeu Fabra, la lengua de un pueblo". Cataluña no disfrutaba de libertad puesto que la dictadura del general Franco era en plena vigencia. Más de 1500 entidades culturales de todos los Països Catalans y de las tierras de lengua catalana y aun ayuntamientos participaron en aquella campaña que expresaba, con el homenaje prodigado, el deseo de normalidad de la lengua catalana vejada a lo largo de tantos años.
Fue como una segunda revolución cultural que el régimen vigente entonces no pudo parar y que tantos buenos frutos dio posteriormente. La primera revolución, pero, fue la creación de Òmnium Cultural, que tomó, en 1961, el estandarte de la liberación nacional con la lengua por enseña.
Porque quizás es oportuno recordar en esta efeméride que lingüistas, escritores, músicos y artistas, así como entidades culturales diversas, ateneos, bandadas y peñas tuvieron muy presente que había que hacer patria por encima de opciones e ideologías políticas.[banner-AMP_5]
No sería en balde que, en la situación que se encuentra nuestro país en la actualidad, se tuviera por objetivo primero, rehacer la patria siguiendo el ejemplo de Fabra y tantos otros que murieron al exilio como él o fueron sacrificados por la causa patriótica que defendieron.