La profesora de la clase de los Delfines del CEIP J.M. Peramàs, Mercè Nogueras, dice a dos de sus alumnos que se acerquen al ordenador. Es su turno ante la pantalla y ya están hechos unos pequeños expertos. Se han acostumbrado a usar el ordenador para aprender y es increíble la traza que tienen, comenta esta maestra de P5. De hecho, en este centro mataroní, además de la asignatura de informática, todas las aulas de parvulario y primaria disponen de un ordenador que se usa como un recurso más, igual que la biblioteca o la pizarra.
Usamos los CDs interactivos de las editoriales de los libros de texto y otras actividades destinadas a aplicar la informática a las diferentes materias, comenta Mercè Nogueras, que dice que la iniciativa no sólo ha sido positiva por los menuts, sino también por los profesores.
La idea de no aprender informática sino aprender con ella es el que animó al personal de la escuela a salir adelante la iniciativa. Sabemos que este es el camino hacia las escuelas del futuro porque la informática está cada vez más presente en el día a día y los educadores tenemos que ser conscientes, explica la directora de la escuela Peramàs, Aurora Pérez.
El centro se preparó tecnológicamente para desarrollar este tipo de enseñanza, como dice el coordinador del área de informática, Joan Llorenç: Se va cablejar todo el edificio y a través de un router inalàmbric puedes conectarte a Internet y en la red del centro desde cualquier aula.
Una inversión global
Estos adelantos han sido posibles, por un lado, porque el centro se acogió al Plan Estratégico autorizado el 2001 por el Departamento de Educación, y de la otra, gracias al esfuerzo y determinación de los educadores de la escuela. Con todo, la apuesta va más allá, puesto que el centro también ofrece cursos de formación para padres y asesoramientos para profesores.
La grieta tecnológica
Además de ofrecer una educación más completa, la iniciativa del centro también pretende acabar con las desigualdades de acceso a los ordenadores que puedan tener los alumnos. Hay estudiantes que tienen ordenador e Internet en casa, pero hay otros que no, y esto crea una diferencia injusta entre ellos, dice Aurora Pérez. El objetivo, como apunta Joan Llorenç, es acabar con la grieta tecnológica.
Usamos los CDs interactivos de las editoriales de los libros de texto y otras actividades destinadas a aplicar la informática a las diferentes materias, comenta Mercè Nogueras, que dice que la iniciativa no sólo ha sido positiva por los menuts, sino también por los profesores.
La idea de no aprender informática sino aprender con ella es el que animó al personal de la escuela a salir adelante la iniciativa. Sabemos que este es el camino hacia las escuelas del futuro porque la informática está cada vez más presente en el día a día y los educadores tenemos que ser conscientes, explica la directora de la escuela Peramàs, Aurora Pérez.
El centro se preparó tecnológicamente para desarrollar este tipo de enseñanza, como dice el coordinador del área de informática, Joan Llorenç: Se va cablejar todo el edificio y a través de un router inalàmbric puedes conectarte a Internet y en la red del centro desde cualquier aula.
Una inversión global
Estos adelantos han sido posibles, por un lado, porque el centro se acogió al Plan Estratégico autorizado el 2001 por el Departamento de Educación, y de la otra, gracias al esfuerzo y determinación de los educadores de la escuela. Con todo, la apuesta va más allá, puesto que el centro también ofrece cursos de formación para padres y asesoramientos para profesores.
La grieta tecnológica
Además de ofrecer una educación más completa, la iniciativa del centro también pretende acabar con las desigualdades de acceso a los ordenadores que puedan tener los alumnos. Hay estudiantes que tienen ordenador e Internet en casa, pero hay otros que no, y esto crea una diferencia injusta entre ellos, dice Aurora Pérez. El objetivo, como apunta Joan Llorenç, es acabar con la grieta tecnológica.