Un coche deportivo a todos niveles. Audi se ha puesto a trabajar para sacar en el mercado su nueve R8 que, con un motor central y biplaça se presenta con las características de los grandes Ferrari, Porsche o Lamborghini. El diseño tiene todos los ingredientes necesarios para ser admirado. Bajo, muy ancho, jugando con el motor visible por el vidrio, el Audi R8 tiene en su diseño espectacular una serio de prestaciones interesantes. Refrigeración distribuida por todo el perímetro de la carrocería, la concentración del peso sobre el centro de gravedad, una gran distancia entre los dos ejes, y todo bajo un motor de 420 cv. El motor no es lo más potente de los mostrados por la compañía alemana, pero llega a poner la aguja del velocímetro a 300 kilómetros por hora. Proveniente de un RS4, se trata de un ocho válvulas 4.200 FSI. La parte habitable del vehículo complementa a la perfección los 420 cv del motor. Con un diseño claramente más deportivo el ambiente refinado se nota, puesto que a pesar de todo no deja de ser un Audi. Asientos, volando, pedales, todo es cómodo en la línea de una berlina de la marca. La suspensión es de doble brazo en los dos ejes e incorpora la tecnología Audi Magnetic Ride. Las amortiguacions tienen un líquido magnético que se puede cambiar para endurecer o no la suspensión según la situación. El centro de gravedad del coche es bajo debido a la escasa altura del automóvil, por el que la estabilidad en las curvas se ve aumentada. El coche está basado en el prototipo de automòvil "Le Manso quattro", el vehículo que ha ganado seis golpes las 24 horas de Le Manso. Después de presentarse a Paris en el 2006, Audi espera competir con rivales tanto elitistas como el F430, el Lamborghini Gallardo o el Porsche 911. Una liga superior de vehículos deportivos en la que Audi entra con mucho que decir.