El ritmo de ventilador, el elemento más genuino de la rumba catalana, no caduca nunca. Difundido por el Gato Pérez, identifica la manera de tocar la guitarra propia de este estilo, que vive en perenne auge. La lista de grupos recientes que parten de la rumba para elaborar su discurso mestizo (Ojos de Brujo, Muchachito) es eterna. Pero también es la hora que los conjuntos clásicos, los que tienen la patente, se reivindiquen. Como los Ay Ay Ay. Ventilador es el nombre del sello que los acaba de publicar su último disco, el recopilatorio "Las mejores canciones del mil·leni pasado". Un título poco modesto donde se recogen clásicos de la rumba como 'Bajo la palmera' (sintonía de un programa homónimo de Tv3), 'Todo esto eran viñas' o 'It's sonido hard tono be a catalan'.
Ay Ay Ay, integrados por Rafael Salazar, Pep Lladó y Miquel Górriz, aparecieron con el disco Desazones, repeluses y agujeros, con el cual rompieron todos los tópicos alrededor de la rumba. Mezclada con música latina, funk, rock y rape, cuando el término 'mestizaje' era en boca de bien pocos, plantearon un discurso festivo y propio, calificado como "rumba de autor". Las letras, con el ingenio y la crítica social como marca de la casa, también los hicieron destacar. Ahora, después de un largo silencio en que han puesto en marcha proyectos paralelas como Paté de ron, sacan de nuevo la cabeza para recordar como eran, de frescos y divertidos.
Sábado, día 1. A las 10 de la noche a la sala Clap. Precio: 8 euros (6 vía web)
Ay Ay Ay, integrados por Rafael Salazar, Pep Lladó y Miquel Górriz, aparecieron con el disco Desazones, repeluses y agujeros, con el cual rompieron todos los tópicos alrededor de la rumba. Mezclada con música latina, funk, rock y rape, cuando el término 'mestizaje' era en boca de bien pocos, plantearon un discurso festivo y propio, calificado como "rumba de autor". Las letras, con el ingenio y la crítica social como marca de la casa, también los hicieron destacar. Ahora, después de un largo silencio en que han puesto en marcha proyectos paralelas como Paté de ron, sacan de nuevo la cabeza para recordar como eran, de frescos y divertidos.
Sábado, día 1. A las 10 de la noche a la sala Clap. Precio: 8 euros (6 vía web)