El alcalde de Mataró, David Boto, ha manifestado claramente que apuesta por la ampliación del centro comercial Mataró Parco. "Lo queremos y estamos a punto de rematar el acuerdo" afirmaba a Capgros.com en una entrevista el mes de febrero pasado. A pesar de que este acuerdo todavía no está resuelto, y parece difícil que no se concrete hasta después de las elecciones municipales, el gobierno municipal ya está moviendo ficha para hacerlo posible. Prueba de esto, por ejemplo, es que el consistorio ha puesto en marcha el proceso de modificación del Plano General que tiene que permitir esta ampliación, la cual es urbanísticamente bastante compleja.
En concreto se está empezando a trabajar en el desarrollo urbanístico de los cuatro sectores situados sobre la autopista C-32. Uno de ellos es el llamado sector C1 "Cereza Norte", que incluye el Hospital y el Mataró Parco. Su ordenación urbanística se tiene que modificar a la fuerza puesto que así lo indican diferentes resoluciones judiciales que han anulado el planeamiento previsto en este ámbito. A esto se incluye la demanda de Mataró Parco de ampliar sus instalaciones, que se remonta al año 2004 y que también cuenta con la luz verde de los tribunales (el Supremo lo va aval·lar a principios de 2017, indicando que Urbanismo de la Generalitat no tenía derecho a dejar el centro comercial fuera de la considerada 'trama urbana' de Mataró, algo que había hecho el 2011 y que imposibilitaba a la práctica el crecimiento).
Junto a este sector Cereza Norte, también hay el sector de carretera de Cereza y los secotrs de los Cerros D y E. El primero se sitúa entre la calle de Galicia y la carretera de Cereza, con diferentes actividades públicas y privadas como el Campo Municipal de Fútbol de Cereza y el Campo Municipal de Hockey. En este ámbito, según informa el Ayuntamiento se prevé una gran pieza de equipamientos y servicios públicos para potenciar las actividades deportivas, facilitar la formalización de la Anilla Verde y una actividad privada terciaria a la carretera de Cereza, con una reserva de suelo para la futura ampliación del hospital. En cuanto a los sectores de los Cerros D y E se sitúan entre el Torrente de las Picas y la carretera de Valldeix y están pendientes de desarrollar. El Plano general prevé usos terciarios con baja edificabilidad y la cesión de gran parte de los suelos para zonas verdes, equipamientos y viales.
El movimiento del gobierno municipal pasa porque todos estos terrenos situados por encima de la autopista C-32, que a lo largo de los años han tenido un desarrollo diferente, ahora se trabajen de forma conjunta, con un planeamiento común. Algo que tiene, entre otros objetivos, "dar respuesta al interés de ampliación de Mataró Parco, respetando el modelo comercial dual, el equilibrio con el comercio de proximidad del centro y los barrios que potencia Mataró", según explica el Ayuntamiento en un comunicado. El primer esbozo hecho por el Servicio de Urbanismo prevé que al sector de los Cerros se concentre la actividad terciaria en el entorno de la parte ya edificada, a tocar de Mataró Parco. Es decir, que un golpe unificados los cuatro sectores, estos se reordenen urbanísticamente de forma que los m2 disponibles de sector terciario se agrupen todos alrededor de las actuales instalaciones del centro comercial. De este modo se abre la puerta porque el planeamiento urbanístico permita que el Mataró Parco pueda añadir miles de m2 de nuevos comercios y servicios a su entorno más inmediato, algo que hasta ahora no era posible.
A pesar de que el acuerdo con el centro comercial está muy cerca, todavía no han trascendit los detalles, ni las cesiones que habrán tenido que hacer las dos partes. Los gestores de Mataró Parco querían una ampliación de más de 30.000m2, que tendría que dar cabida a superficies medianas, restauración y servicios, y suponer, según sus cálculos, la creación de 3.000 puestos de trabajo entre directos e indirectas. Desde el consistorio, como mínimo públicamente, siempre se ha querido poner ciertos límites a estas cifras, puesto que se considera que no son posibles dentro del planeamiento urbanístico. Además, hay que tener presente el temor expresado por el comercio urbano mataroní que una ampliación excesiva pueda acabar de desertitzar el centro y los barrios de actividad comercial, preocupación que el consistorio ha recogido. "No queremos que el proyecto genere un desequilibrio en el modelo de comercio", dijo Boto en la citada entrevista a Capgros.com[banner-AMP_5]
También se prevé liberar la mayor parte del suelo posible de cara a desarrollar la llamada Anilla Verde, un espacio verde periurbano que comunicará la zona por un lado con el cerro de Cerdanyola, y por la otra con el camino de los Contrabandistas. El nuevo planeamiento prevé una milloc conexión de esta anilla con el ámbito urbano, especialmente por los barrios de Vista Alegre y Rocafonda.[banner-AMP_6]