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Joan Antoni Baron

Con el problema, sin soluciones y sin el dinero

"Teníamos un problema, teníamos las soluciones y encontramos el dinero, ahora seguimos teniendo el problema, no sabemos nada de las soluciones y todavía más: no sabemos dónde han ido a parar el dinero". Esta frase, que dije en el pasado Lleno municipal, resume perfectamente la situación en la que nos encontramos respecto a las rondas de Mataró. Embussos cotidianos, que los fines de semana son de gran magnitud, accesos de peatones difíciles y peligrosos, acceso a la ciudad, en el centro comercial y en el Hospital complicados. Una situación que todos los mataronins conocemos desde hace tiempos. Y por eso trabajamos mucho llevar durante los pasados ocho años. Primero para mejorar los accesos en la plaza de Francia, después para completar el nudo de Mata-Rocafonda y para acabar con la redacción, aprobación, licitación y adjudicación de las obras, que tendrían que haber empezado hace un año, de las mejoras de los accesos de la ronda de Mataró. Una obra que tenía una única finalidad: resolver los problemas actuales de acceso desde la autopista del Maresme en Mataró. Hay quién justifica la renuncia a estas mejoras hablando de los embussos a la entrada de Barcelona cuando el que se trataba era de resolver los embussos a la entrada de Mataró. Lo hizo el señor Joaquim Fernández, ante el silencio del alcalde, en el pasado Lleno municipal. Está claro que el señor Fernández no pudo justificar su voto contrario de una moción similar hace sólo una semana al Consejo Comarcal. Tampoco lo pudo hacer el señor López del PP. A la Riera CiU y el PP votan una cosa y en la plaza Biada exactamente el contrario.

Mezclar interesadamente las mejoras de los accesos de la ronda de Mataró con la ronda del Maresme ha sido un juego frívolo del alcalde Mora que ha provocado que el acuerdo de movilidad del Maresme, conseguido después de años de trabajo y firmado también por CiU, se convierta en papel mojado y que los 400 millones de euros conseguidos en el convenio con el Estado se hayan hecho fundibles. Ahora nadie sabe donde son el dinero y queda claro que si desaparece el objeto del convenio este deja de existir y como consecuencia -los 100 primeros millones estaban destinados a la mejora de los accesos de Mataró y a la variante de Valle de Gata de Arenys de Mar- acabarán en otras inversiones fuera del Maresme. ¿Veremos como el dinero conseguido y que el alcalde Mora ha dejado perder, acabarán en el cajón del alcalde Trias por la línea 9 del metro? Todo parece indicar que la cosa irá por aquí. Mientras tanto las colas siguen a la autopista y a la Vía Europa y un puñado de trabajadores que podrían estar ocupados en las obras siguen buscando trabajo. De esto en catalán decimos "el negocio de en Robert y las cabras".