Tal como lo ha definido el Ministerio de igualdad: La violencia de género nace de la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, y se ejerce por quien sean o hayan sido sus cónyuges o estén o hayan sido vinculados en ellas por relaciones afectivas, aunque sea sin convivencia. Una definición que no es exhaustiva y poco precisa pero que nos puede orientar sobre el fenómeno y unas de sus características. Porque la violencia de género hoy en día es recíproca. Y puede ser ejercida tanto por los hombres como por las mujeres. Esta última forma de maltrato no es tan frecuente, como lo muestran las estadísticas.
En Cataluña, en menos de un año se han producido tres crímenes de violencia de género causando la muerte de la esposa y de los hijos en otro caso. La cifra en ella misma no es tan elevada en comparación con la mediana conocida a nivel europeo. Pero el que resulta vistoso de estos crímenes es que se han producido en corto periodo de tiempo y entre inmigrantes. Según un nuevo informe, la tasa de mujeres inmigrantes asesinadas a manos de sus parejas es seis veces más grande que la de las españolas. Y una vez interpuesta la denuncia, las mujeres víctimas de violencia de género tienen seis veces más riesgo de ser asesinadas.
Los factores son varios, y citamos entre otros los factores personales, sociales y culturales, que son muy decisivos en este tipo de crímenes. Este tipo de violencia contra las mujeres inmigrantes sol más encubierta e invisible en muchos casos. Debido a las dificultades económicas, sociales, lingüísticas y administrativas. En muchos casos estas mujeres no pueden contar más con el apoyo familiar en el caso de denunciar el cónyuge. Además de ser mal ver en muchos casos por parte de su propia comunidad. Y por lo tanto el doble sufrimiento conyugal y familiar, causado por la mala comprensión de estas víctimas.
Otro factor más significativo es el aislamiento social a que se abocan estas víctimas, que explica que la mayoría aprovechan la indefensión de estas mujeres ante su entorno, familiar y social, y hacen una mala interpretación de los textos religiosos, aprovechándose también de la ignorancia de la mujer sobre sus propios derechos según estos mismos textos.
Los efectos de este tipo de violencia son varios, pero principalmente el deterioro de la calidad de vida, además de los efectos secundarios para la comunidad y la economía.
Finalmente para romper con la violencia de género, es primordial el conjunto de apoyo familiar y social, de los centros de culto, como el apoyo institucional.
En Cataluña, en menos de un año se han producido tres crímenes de violencia de género causando la muerte de la esposa y de los hijos en otro caso. La cifra en ella misma no es tan elevada en comparación con la mediana conocida a nivel europeo. Pero el que resulta vistoso de estos crímenes es que se han producido en corto periodo de tiempo y entre inmigrantes. Según un nuevo informe, la tasa de mujeres inmigrantes asesinadas a manos de sus parejas es seis veces más grande que la de las españolas. Y una vez interpuesta la denuncia, las mujeres víctimas de violencia de género tienen seis veces más riesgo de ser asesinadas.
Los factores son varios, y citamos entre otros los factores personales, sociales y culturales, que son muy decisivos en este tipo de crímenes. Este tipo de violencia contra las mujeres inmigrantes sol más encubierta e invisible en muchos casos. Debido a las dificultades económicas, sociales, lingüísticas y administrativas. En muchos casos estas mujeres no pueden contar más con el apoyo familiar en el caso de denunciar el cónyuge. Además de ser mal ver en muchos casos por parte de su propia comunidad. Y por lo tanto el doble sufrimiento conyugal y familiar, causado por la mala comprensión de estas víctimas.
Otro factor más significativo es el aislamiento social a que se abocan estas víctimas, que explica que la mayoría aprovechan la indefensión de estas mujeres ante su entorno, familiar y social, y hacen una mala interpretación de los textos religiosos, aprovechándose también de la ignorancia de la mujer sobre sus propios derechos según estos mismos textos.
Los efectos de este tipo de violencia son varios, pero principalmente el deterioro de la calidad de vida, además de los efectos secundarios para la comunidad y la economía.
Finalmente para romper con la violencia de género, es primordial el conjunto de apoyo familiar y social, de los centros de culto, como el apoyo institucional.