Un juzgado de Barcelona ha condenado el Hospital de Mataró a pagar 64.700 euros a la familia de una abuela de 90 años que murió al recinto hospitalario después de que no se le detectara a tiempo una hemorragia cerebral. Según la sentencia de la magistrada, el equipo médico no sometió la paciente a las pertinentes pruebas neurológicas que aconsejaban los síntomas que presentaba, sino que se limitaron a aplicarle medidas paliativas.
El primer diagnóstico fue dolor cervical e infección de orina y le recetaron paracetamol y antibióticos
La señora fue atendida en primer término en su domicilio el 10 de julio de 2014. El médico de urgencias le diagnosticó dolor cervical e infección de orina y le recetar paracetamol y antibióticos. Pero la paciente, sintiendo malestar general y somnolencia, acabó ingresando en el Hospital a la cabeza de pocas horas. Dos días después, los médicos informaron a la familia que la mujer ya no respondía a estímulos verbales ni dolorosos, motivo por el cual se le retiró el tratamiento y se iniciaron las medidas paliativas. Pero hasta entonces todavía no le habían detectado la afección neurológica que en realidad estaba sufriendo.
Insistencia de la familia
Según afirman los abogados de los demandantes, el Grupo Médico-Legal Barcelona, la familia insistió al equipo médico que volviera a instaurar la medicación y se llevaran a cabo pruebas neurológicas, cosa que se acabó realizando. Finalmente el día 15 de julio se diagnosticó la hemorragia cerebral. El diagnóstico, pero, llegó cinco días después de la primera visita médica, un atraso que hizo que ya no se pudiera aplicar ningún tipo de tratamiento ni de intervención quirúrgica. La paciente acabó muriendo tres días más tarde, el 18 de julio.
El diagnóstico no se produjo hasta cinco días después de la primera visita médica, cuando ya era demasiado tarde para hacer nada
La jueza concluye que se produjo un atraso en el diagnóstico que se habría podido evitar con una actuación más diligente del equipo que atendió la paciente, sobre todo si se tiene en cuenta la medicación anticoagulante que tomaba desde hacía años y su historial de problemas cardiovasculares. Cuestiones que habrían podido hacer sospechar desde un primer momento, ya cuando se la atendió en casa, de un caso de hemorragia cerebral. La sentencia apunta que no fue hasta cinco días después de que se hizo un TACO que "se tendría que haber realizado el primer día y habría permitido la adopción de las medidas adecuadas, como por ejemplo la suspensión de la administración de anticoagulantes", que habrían podido hacer disminuir la hemorragia.
Menos indemnización que la pedida
La sentencia recoge una actitud negligente de los profesionales del Hospital de Mataró y condena el centro a indemnizar a la familia 64.707,35 con euros. Esta cantidad es un 25% menor que la solicitada inicialmente por los representantes legales de la familia, puesto que la magistrada considera que, debido a la edad de la paciente, había la posibilidad que igualmente hubiera muerto a pesar de que se le hubiera diagnosticado la patología a tiempo. [banner-AMP_5]
El Hospital de Mataró ha declinado hacer ningún comentario al respeto al tratarse de una sentencia judicial firme.