Carregant...

Redacció

Culla: ‘Companys simboliza l’evolución de la Cataluña popular’

El historiador contextualiza en una conferencia organizada por CiU las contradicciones del 'presidente mártir'

El historiador Joan B. Culla ofreció ayer martes día 25 en la sala de actas de Can Palacete una auténtica lección de historia alrededor de la figura de Lluís Companys. La explicación del doctor en Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Autónoma sirvió para contextualizar la figura del expresidente de la Generalitat y para aclarar aquellos sombras del personaje que generalmente se le reprochan. Coseche de hecho empezó la charla explicando que en el caso de Companys se ha simplificado el personaje focalizando la atención sólo con su muerte heroica en Montjuic: “Reducirlo todo a la etiqueta de “presidente mártir”, deja en la penumbra toda la trayectoria anterior, una trayectoria no demasiado coherente”, precisamente.

Por Culla, Companys es un “reflejo de la contradicción de la Cataluña popular”, como él mismo admitió. “La muerte es el colofón final de una vida representativa de la trayectoria de un pueblo”, dijo. No va, el título de la conferencia, presentada por la cabeza del grupo de CiU Joaquim Esperalba, era Lluís Companys, espejo de la Cataluña popular.

El doctor Culla, conocido para presentar lo programa Siglo XX del 33, dio un vistazo a toda la trayectoria de Company y fue introduciendo e interpretando todas las contradicciones que se han ido resaltando a lo largo de los años. Así, por ejemplo, comentó que era perfectamente lógico que a principios del siglo XX Companys hubiera optado por el republicanismo en vez del catalanismo –entonces enfrentado- por el tono tanto conservador que tenía el principal partido catalanista, la Liga: “Era muy tradicionalista, olía a sacristía”, apuntó. Además, Culla recordó que en aquel momento republicanismo era sinónimo de valores democráticos más que de una forma de gobierno concreta.

En segundo lugar Culla repasó la multitud de movimientos políticos por los cuales pasó Companys. Primero Solidaridad Catalana, después a la Unión Federal Nacionalista Republicana –donde ensaya un primer intento de ligar catalanismo y progresismo- y posteriormente al Partido Republicano Español Reformista, otro hecho que posteriormente se le reprochará. En este sentido el historiador explicó que la participación de Companys en un partido español se debía de a la no existencia en aquel momento de un sistema de partidos estrictamente catalán. Posteriormente pasa por el Bloque Republicano Autonomista y el 1917 entra al Partido Republicano Catalán, por el cual será regidor en el Ayuntamiento de Barcelona coaligat con los lerrouxistes, cosa que le valdrá todavía más críticas en futuro.

Otra de las manchas negras que se atribuyen a Companys son los Hechos de Octubre del 1934. Culla calificó de “gran error” la actuación de Companys el 6 de octubre, pero también justificó la actuación diciendo que el que pretendía el presidente era “hacer un remake del 14 de abril de 1931”, cuando consiguió que se proclamara la República en Madrid y el rey se exiliara gracias a haber salido a llamar –literalmente- desde el balcó del Ayuntamiento de Barcelona: “Companys no pretendía la independencia, sino desatar una movilización popular para modificar el rumbo derechista que estaba tomando la República”, aseguró.

Finalmente, Culla rebatió también la acusación de que Companys no hizo nada para parar la revolución generada a partir del golpe de estado del 18 de julio en Cataluña: “Companys se vio obligado a presidir una cosa que lo repugnaba, tanto que el 1937 se planteó dimitir. En todo caso, el historiador comentó que la relativa calma que se vive en Cataluña a partir de la primavera del 37 es también fruto de su energía y capacidad política. Y aseguró que en aquel momento, el presidente Companys empieza ya a entender que su papel es justamente ser un mártir del país. “Es un hombre desbordado, que entiende que la coherencia con sus ideas lo trae hacia el sacrificio personal. Esto explicaría la serenidad que muestra en su fusilamiento”, apuntó.

Culla recordó que Companys había tomado posesión del cargo de presidente el 1 de enero de 1934, después de la muerte de Francesc Macià, en un momento político extremadamente complicado. Lo hacía en nombre de Esquerra Republicana de Cataluña, el partido que había contribuido a formar el 1931 y que había conseguido unir definitivamente el catalanismo y la izquierda. Una unión, esta, que se construyó a lo largo de la dictadura de Primo de Rivera, entre 1923 y 1930, durante la cual Companys fue encarcelado varios golpes.

La conferencia lo había presentado la cabeza municipal de CiU, Joaquim Esperalba, pidiendo no olvidar los derechos históricos del pueblo catalán “ahora que se ponen en cuestión”.

Etiquetas: