Es un hecho absolutamente anormal que el gobierno valenciano de todos los tiempos, se entiende de la democracia acá, se haya emperrado a fomentar la confusión y la deslealtad verso la lengua catalana, denominada también en su territorio valenciano. No han valido gobiernos de izquierda ni de derechas, este últimos además de la confusión se han llenado de desmèrit en la cuestión por la zafiedad empleada.
Pero, siempre recordaré que en 1996, en Poblet, a la sesión inaugural del II Congreso Internacional de la Lengua Catalana el presidente valenciano de aquel momento, señor Lerma, fue el único de las cabezas de gobierno de los territorios que conforman el área de dominio lingüístico vatalà que excusó su presencia. Y no era, pretesament de un partido político que se alienara con la derecha. Nunca, ,desde los órganos de gobierno del Reino, no ha habido la valentía de decir las cosas por su nombre y dar la cara, y de instruir el pueblo desmemoriat del qué eran y del qué son.
Y todavía tenemos que sentir voces que, con buena intención bien lo tenemos que creer, recomiendan que se no hable ni mencione el término Países Catalanes, expresión que ofende o puede ofender los valencianos. Que más vale decir, en todo caso, tierras o países de habla catalana. Válgame Dios ! Si el que se ha propiciado es el rechazo, cuando no el odio a la palabra catalán con todas sus formas morfológicas.
Es un deber de todo gobierno instruir en el pueblo en su historia y en su verdad. Cómo se puede olvidar, por ejemplo, que el papa Calix III, valenciano de Xàtiva, de la casa de Borja, proclamara, al serle puesta la corona pontificia, en 1453 " Hoy es un gran día para la nación catalana ". Y el ejemplo de confiesa catalanidad de nación, lengua y cultura por parte de valencianos cultos y significados no es único, hay de consignados históricamente cerca de un centenar.
No se saca nada, pero, de querer hacer las harinas planas en función de una entente con los poseedores de la ignorancia y de la malicia. Las cosas son cómo son objetivamente.
Además, no deja de ser grave, o como mínimo sorpresivo, que mientras los tribunales superiores de justicia hacen rectificar el gobierno valenciano cuando pretende exigir en las universidades que no empleen la terminología de catalán, catalana, en la calificación de sus facultades y da la razón a la vigencia del término catalán o catalana, para ser el valenciano parto de la totalidad de la lengua, que no se quiere reconocer, no deja de ser curioso, donc, que el fiscal general del estado se abstenga de obrar de oficio contra el gobierno del País Valenciano para mentir, desinformar y crear un ánimo adverso contra todo el que representa la lengua.
Es grave y curioso objetivamente este hecho , pero no extraño puesto que, demasiado a menudo desde la capital del Túria, quien ha mandado, ha querido hacer la aleta a de imperialismo nacional español. No en balde el presidente Zapatero ha mirado ninguno otro lado cuando se le ha presentado la cuestión en una sesión parlamentaria de las Cortes españolas.
La obsesión ha sido y es de tipo tan fuerte, que no paramos de constatar un disparate tras otro. Ahora mismo, se cierran los repetidores de Tv3 en el País Valenciano contraviniendo todo respecto a los derechos de información de los ciudadanos y, incluso, a la legislación europea por el que hace medios de comunicación. Pero es que hace sólo dos días, la Consejería de Educación valenciana, ha determinado que los alumnos que reciben la enseñanza en valenciano, que es el catalán de valencia, podrán elegir a su arbitrio la lengua, valenciano – castellano, cuando respondan los exámenes escritos a la escuela, al instituto y la universidad.. Una discriminación más del idioma propio, un insulto a la calidad pedagógica, contra toda lógica pedagógica y contra el respeto que merece a la tarea de los maestros que ejercen la docencia en las líneas en valenciano.
Tanto el País Valenciano, como su legua y cultura propias, que compartimos, es cosa de todos. Una ofensa a aquel patrimonio cultural es un ataque frontal a nuestro patrimonio porque es el mismo.
A pesar de no valga ni la historia, ni la ciencia y la decencia para según quién, digámoslo todo, vaya.
Pero, siempre recordaré que en 1996, en Poblet, a la sesión inaugural del II Congreso Internacional de la Lengua Catalana el presidente valenciano de aquel momento, señor Lerma, fue el único de las cabezas de gobierno de los territorios que conforman el área de dominio lingüístico vatalà que excusó su presencia. Y no era, pretesament de un partido político que se alienara con la derecha. Nunca, ,desde los órganos de gobierno del Reino, no ha habido la valentía de decir las cosas por su nombre y dar la cara, y de instruir el pueblo desmemoriat del qué eran y del qué son.
Y todavía tenemos que sentir voces que, con buena intención bien lo tenemos que creer, recomiendan que se no hable ni mencione el término Países Catalanes, expresión que ofende o puede ofender los valencianos. Que más vale decir, en todo caso, tierras o países de habla catalana. Válgame Dios ! Si el que se ha propiciado es el rechazo, cuando no el odio a la palabra catalán con todas sus formas morfológicas.
Es un deber de todo gobierno instruir en el pueblo en su historia y en su verdad. Cómo se puede olvidar, por ejemplo, que el papa Calix III, valenciano de Xàtiva, de la casa de Borja, proclamara, al serle puesta la corona pontificia, en 1453 " Hoy es un gran día para la nación catalana ". Y el ejemplo de confiesa catalanidad de nación, lengua y cultura por parte de valencianos cultos y significados no es único, hay de consignados históricamente cerca de un centenar.
No se saca nada, pero, de querer hacer las harinas planas en función de una entente con los poseedores de la ignorancia y de la malicia. Las cosas son cómo son objetivamente.
Además, no deja de ser grave, o como mínimo sorpresivo, que mientras los tribunales superiores de justicia hacen rectificar el gobierno valenciano cuando pretende exigir en las universidades que no empleen la terminología de catalán, catalana, en la calificación de sus facultades y da la razón a la vigencia del término catalán o catalana, para ser el valenciano parto de la totalidad de la lengua, que no se quiere reconocer, no deja de ser curioso, donc, que el fiscal general del estado se abstenga de obrar de oficio contra el gobierno del País Valenciano para mentir, desinformar y crear un ánimo adverso contra todo el que representa la lengua.
Es grave y curioso objetivamente este hecho , pero no extraño puesto que, demasiado a menudo desde la capital del Túria, quien ha mandado, ha querido hacer la aleta a de imperialismo nacional español. No en balde el presidente Zapatero ha mirado ninguno otro lado cuando se le ha presentado la cuestión en una sesión parlamentaria de las Cortes españolas.
La obsesión ha sido y es de tipo tan fuerte, que no paramos de constatar un disparate tras otro. Ahora mismo, se cierran los repetidores de Tv3 en el País Valenciano contraviniendo todo respecto a los derechos de información de los ciudadanos y, incluso, a la legislación europea por el que hace medios de comunicación. Pero es que hace sólo dos días, la Consejería de Educación valenciana, ha determinado que los alumnos que reciben la enseñanza en valenciano, que es el catalán de valencia, podrán elegir a su arbitrio la lengua, valenciano – castellano, cuando respondan los exámenes escritos a la escuela, al instituto y la universidad.. Una discriminación más del idioma propio, un insulto a la calidad pedagógica, contra toda lógica pedagógica y contra el respeto que merece a la tarea de los maestros que ejercen la docencia en las líneas en valenciano.
Tanto el País Valenciano, como su legua y cultura propias, que compartimos, es cosa de todos. Una ofensa a aquel patrimonio cultural es un ataque frontal a nuestro patrimonio porque es el mismo.
A pesar de no valga ni la historia, ni la ciencia y la decencia para según quién, digámoslo todo, vaya.