Vaya por delante que me siento legitimado para decir el que voy a decir a continuación, por tres razones que me parecen de peso. En primer lugar por que ya he escrito sobre el tema en diferentes ocasiones en este medio, en segundo lugar por que me siento implicado, puesto que traje los asuntos de comercio en mi etapa de regidor del grupo municipal de CiU hasta el mes de marzo de 2007, y en tercer lugar por que la verdad tiene que imponerse siempre por encima de los rumores que se puedan propagar de forma más o menos interesada. Me refiero a comentarios a noticias aparecidos sobre este asunto.
Durante los debates previos a la aprobación del POEC (Pla de ordenación de equipamientos comerciales), CiU siempre defendió la llegada de una gran locomotora comercial al centro de la ciudad para compensar la implantación del Mataró Parco, por que creíamos que de este modo ayudábamos el comercio urbano y de retruque a la misma ciudad. Este grupo municipal estuvo de acuerdo desde el principio y participó positivamente en la determinación de la ubicación actual del Corte Inglés.
La manifestación que se realizó poco tiempo antes de las elecciones municipales de 2007 agrupó diferentes sensibilidades sobre el tema, como no puede ser de otra forma y es habitual en la mayoría de concentraciones reivindicativas. CiU en aquel momento asistió, y doy fe, para reclamar una posible convivencia en el mismo espacio de la fábrica de Can Fàbregas y de Caralt y del Corte Inglés. Tan mismo, reclamábamos que se hicieran mejor las cosas, en la tramitación del expediente. Por lo tanto, esta participación, de ninguna forma fue enfocada a oponerse a la llegada de este operador comercial o de cualquier otro.
Que yo sepa, CiU ha continuado defendiendo la llegada del Corte Inglés, no ha sido quién ha presentado ninguna denuncia al juzgado y se ha mantenido a la expectativa en todo el procedimiento judicial. Puedo entender que haya quien quiera ver una posición blanda respecto de este asunto, pero los hechos son los hechos y la documentación existente tanto del Pleno municipal como a los medios de comunicación, y las palabras expresadas públicamente son claras e incontestables.
El panorama político cercano –nuevas elecciones municipales- enturbia los posicionamientos de los diferentes grupos políticos y se tiempos de tentaciones. Alguien puede estar interesado al remover esta historia propagando rumores y convocando las brujas por que esparzan la niebla que impide coger la realidad. La ciudad no se lo merece. Todos los grupos políticos, menos uno, están de acuerdo. Este asunto del Corte Inglés conviene que se acabe cuando antes mejor y que se pueda avanzar en beneficio de la ciudad. La coyuntura económica lo reclama.
No quiero acabar este artículo sin antes felicitar públicamente a aquellos que han sido imputados, por que ellos tampoco se merecían el trato que han recibido. Llevar a juicio la política, sencillamente por que no se está de acuerdo con las decisiones adoptadas legítimamente y democrática, me parece hacer un flaco favor a la ciudadanía y sobre todo un plus de descrédito por la política en mayúsculas, y por la acción llevada a cabo por los que la practican de buena fe.
Durante los debates previos a la aprobación del POEC (Pla de ordenación de equipamientos comerciales), CiU siempre defendió la llegada de una gran locomotora comercial al centro de la ciudad para compensar la implantación del Mataró Parco, por que creíamos que de este modo ayudábamos el comercio urbano y de retruque a la misma ciudad. Este grupo municipal estuvo de acuerdo desde el principio y participó positivamente en la determinación de la ubicación actual del Corte Inglés.
La manifestación que se realizó poco tiempo antes de las elecciones municipales de 2007 agrupó diferentes sensibilidades sobre el tema, como no puede ser de otra forma y es habitual en la mayoría de concentraciones reivindicativas. CiU en aquel momento asistió, y doy fe, para reclamar una posible convivencia en el mismo espacio de la fábrica de Can Fàbregas y de Caralt y del Corte Inglés. Tan mismo, reclamábamos que se hicieran mejor las cosas, en la tramitación del expediente. Por lo tanto, esta participación, de ninguna forma fue enfocada a oponerse a la llegada de este operador comercial o de cualquier otro.
Que yo sepa, CiU ha continuado defendiendo la llegada del Corte Inglés, no ha sido quién ha presentado ninguna denuncia al juzgado y se ha mantenido a la expectativa en todo el procedimiento judicial. Puedo entender que haya quien quiera ver una posición blanda respecto de este asunto, pero los hechos son los hechos y la documentación existente tanto del Pleno municipal como a los medios de comunicación, y las palabras expresadas públicamente son claras e incontestables.
El panorama político cercano –nuevas elecciones municipales- enturbia los posicionamientos de los diferentes grupos políticos y se tiempos de tentaciones. Alguien puede estar interesado al remover esta historia propagando rumores y convocando las brujas por que esparzan la niebla que impide coger la realidad. La ciudad no se lo merece. Todos los grupos políticos, menos uno, están de acuerdo. Este asunto del Corte Inglés conviene que se acabe cuando antes mejor y que se pueda avanzar en beneficio de la ciudad. La coyuntura económica lo reclama.
No quiero acabar este artículo sin antes felicitar públicamente a aquellos que han sido imputados, por que ellos tampoco se merecían el trato que han recibido. Llevar a juicio la política, sencillamente por que no se está de acuerdo con las decisiones adoptadas legítimamente y democrática, me parece hacer un flaco favor a la ciudadanía y sobre todo un plus de descrédito por la política en mayúsculas, y por la acción llevada a cabo por los que la practican de buena fe.