Quien no conoce en Felip Chaparral en Mataró? Nacido a Masnou, Felip Chaparral se abrió camino en la ciudad reparando radios por los hogares. Ahora hace 50 años abrió una tienda de componentes electrónicos, y más tarde fue su hijo grande quién puso en marcha la conocida tienda de videojuegos Chaparral. Como enamorado de la medicina natural, también estudió acupuntura y homeopatía, y abrió una consulta donde se dedicaba profesionalmente. "Pero era una cuestión que me afectaba demasiado, decidí dejarlo e ir a ayudar a mi hijo con los videojuegos", recuerda. Actualmente tiene su propio espacio en la calle Llauder, donde hace aquello que ya hacía de muy joven: reparar aparatos que le traen, desde cafeteres a aspiradoras, ordenadores, radios... "Y mientras tanto siempre aparece alguien con quién pasar las horas haciéndola estallar", dice.
"Fuimos los primeros al vender videojuegos, pero en realidad a mí no me gustan, nunca he jugado a cabeza"
Pero su espíritu polifacético le ha traído ahora una nueva ilusión: la magia. Junto con su pareja, hace espectáculos para la gente mayor a residencias. Sólo para colaborar y sin pedir nada a cambio. Es el Mago Felip.
Cuál es tu relación con los videojuegos?
Desde el respeto, a mí los videojuegos no me gustan y nunca he jugado a cabeza. Pero nosotros fuimos los primeros de Cataluña al venderlos. Esto lo empezó mi hijo grande en una época que prácticamente no había ordenadores y los videojuegos supusieron un cambio y una revolución. Yo simplemente estaba de ayudante pero, en realidad, cuando entré a la tienda y vi toda la locura del mundo de las Nintendo pensé: "qué hago aquí?".
Y la tecnología no se para.
Yo he vivido cambios muy grandes. Recuerdo que en aquella época vendí un ordenador por 1 millón de pesetas. Hoy los smartphones e Internet han supuesto otra manera de comunicarnos pero también nos hacen cada vez más ciegos. Yo no sé ni enviar un Whatsapp! La tecnología va demasiado deprisa y no quiero entrar.
Y ahora cómo ha surgido en Mago Felip?
Yo ya había hecho de payaso a escuelas, fiestas de aniversario y casas. Un día en una de estos encuentros vi mucha gente mayor y pensé que podía colaborar y ayudarlos con otras actividades. Desde entonces me convertí en el Mago Felip, hará 2 años. Los fines de semana vamos a hacer magia de forma gratuita a hospitales, residencias y centros de día.
Qué te gusta de esto?
Nos lo pasamos muy bien. Hago una magia muy participativa, es un espectáculo. Tú vas allá y, el rato que aquellas personas se lo pasan bien, también nos lo hacen pasar disfrutar a nosotros. Es otra manera de trabajar, puesto que ayudamos a que no estén tan apagados. Sé que no soy ningún profesional, pero intento hacerlo el mejor que puedo. Si lo disfrutem nosotros, lo transmitimos a los demés.
Y el futuro?
De momento continuar con la magia. Cada día procuro hacer espectáculos diferentes e introducir cosas nuevas. Me hace mucha ilusión continuar y me lo paso muy bien, y esto es el que importa. Además, también seguiré a mi pequeño rincón de la calle Llauder, reparando y conversando con todo el mundo quien entre.