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El local del Camino real donde se ubicará el nuevo supermercado

J. Vivas/T. Rodon

De Rio instalará un supermercado a Can Xammar a principios de año

La cadena de supermercados firmó el pasado mes de julio el contrato de alquiler de los bajos del número 254-266 del Camino real

La sociedad De Rio SL, propietaria de la cadena de supermercados del mismo nombre, ha llegado a un acuerdo con Pumsa para abrir un establecimiento a la zona de Can Xammar. Responsables de la cadena y de la empresa municipal firmaron, el pasado 26 de julio, un contrato de alquiler para la instalación de un supermercado a la planta baja del edificio del Camino real 254-266, un espacio que ha surgido del replanteamiento urbanístico del sector.

El futuro supermercado De Rio, que abrirá sus puertas en un plazo máximo de seis meses, ocupará un local de 745 metros cuadrados. El contrato de arrendamiento es por un periodo inicial de 5 años prorrogables hasta un plazo máximo de 25 años. Este es el segundo supermercado que De Rio abrirá en Mataró, después del establecimiento que ya tiene en funcionamiento a la calle Gravina.

Pumsa convocó el 30 de marzo de 2004 un concurso para la transmisión de dos locales ubicados al bajo de este edificio del Camino real. El primero de los locales, de 1.000 metros cuadrados, se arrendó el establecimiento Actúa. El segundo de los locales quedó desierto, a pesar de que posteriormente, Pumsa ha recibido varias solicitudes, entre ellas las de la cadena Consumo-Eroski. Finalmente, y siguiendo las directrices Pla de Ordenación de Equipamiento Comercial (POEC), se ha llegado a un acuerdo con De Rio. Según el POEC, en Mataró se destinarán 25.000 m2 para superficie comercial, 3.000 m2 de los cuales serán de superficie mediana de alimentación y de estos, 1500 m2 se ubicarán en el centro.

La intención del gobierno municipal es la de garantizar que el nuevo supermercado complemente la oferta comercial de la zona de Can Xammar y de la plaza Grande, donde ya se puede encontrar producto fresco de alimentación.

Los comercios a la expectativa
La plaza Grande, que se convertirá en futura competidora del supermercado, ha acogido la noticia con una mezcla de indignación e indiferencia. Según Maria Carmen Mogas, de la pollastreria Mogas, que pongan un supermercado “confirma que el Ayuntamiento tiene abandonada esta zona”. “Sólo ponen trabas porque la gente venga, están condenando la Plaza Grande a vaciarse”, explica. Otros establecimientos, pero, prefieren cogérselo con cautela. Lola Abuelo, que regenta una librería, asegura que “habrá que estar a la expectativa” a pesar de que no cree haga daño al comercio. “Reconozco que hay comercios que no las tienen todas”.

Por otro lado, también hay visiones optimistas. Carles Saenz, de una tienda de ropa, opina que el supermercado atraerá más público: “En esta zona sólo hay un supermercado, si hay más atraerá además gente que inevitablemente también comprará al pequeño comercio”.

En el mismo sentido se ha expresat el presidente de la Asociación de la Plaza Grande, Lluís Villà, que ha calificado la instalación del supermercado como "positivo". "Su propietario tiene voluntad de entente con el comercio de la zona", ha comentado. Según opina Villà, a pesar de que hay que estar "a la expectativa", el supermercado puede ser un "buen activo" para atraer gente y complementar la oferta existente en la zona. No obstante, Villà no se ha estado de recordar la forma en que se ha traído la negociación, "dejando de banda totalmente a los comercios y tiendas del cercando".

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