Pintar un aposento de dos colores diferentes es muy sencillo y el resultado puede ser muy decorativo, pero primero tenéis que decidir qué tipo de diseño queréis crear para colocar los colores de manera estética. El más sencillo es dividir la habitación en dos, es decir, pintar dos paredes con un color y las otras dos con otro color. Tenéis que tener en cuenta la disposición de los muebles para escoger qué paredes pintar y con qué color. Otra opción es dividir la habitación por el medio horizontalmente para pintar la mitad inferior de un color y la superior de otro.
Otro diseño consiste a pintar las cuatro paredes de un color y hacer una franja alrededor de la habitación con otro color diferente y trencador. Pero, porque los colores no se mezclen conviene que antes de pintar los delimitáis haciendo una línea divisoria con cinta de enmascarar.