Los 27 regidores del Ayuntamiento tomaron buena nota del exceso cometido en el pasado lleno municipal de noviembre, que acabó cerca de las tres de la madrugada, y este jueves, día 3, consiguieron acabar a una hora razonable –las once y cuarto de la noche- la sesión correspondiente al mes de diciembre. Todos los grupos municipales tienen claro que hay que plantearse soluciones para evitar las duraciones desmesuradas pero cuesta llegar a un acuerdo sobre cuáles son las mejores fórmulas. Las diferencias de criterio volvieron a quedar patentes en el enfrentamiento entre el alcalde, Joan Antoni Baron, y la cabeza del grupo municipal de CiU, Joan Mora, a raíz de un ruego de los nacionalistas para pedir una mejora de la participación de los ciudadanos y las entidades al pleno.
CiU apoyaba a la propuesta presentada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mataró (FAVM), que sugirió que las entidades pudieran intervenir en la parte inicial del pleno, entre los bloques de las declaraciones institucionales y los dictámenes. El alcalde no aceptó el ruego defendiendo, una vez más, que priorizar la participación ciudadana en el pleno puede desvirtuar su carácter de máximo órgano de gobierno y de debate político. "No podemos pervertir su funcionamiento, los dictámenes son la parte esencial del pleno porque después tienen una traducción administrativa", recordó. Baron explicó también que había presentado una propuesta a la última Junta de Portavoces para racionalizar el pleno. Su propuesta pasaba limitar a una por grupo municipal tanto las declaraciones institucionales -el debate de las cuales no tiene ninguna relación directa con la ciudad- como las propuestas de resolución, así como limitar a una docena las preguntas y ruegos. El alcalde, además, añadió que se valoraba positivamente una propuesta hecha por el regidor de la CUP Xavier Safont-Elige de concentrar todas las intervenciones vecinales a primeros del bloque de ruegos y preguntas.
El líder de CiU, pero, interpretó la propuesta del alcalde como un intento de recortar las intervenciones de los grupos municipales: "Queda claro porque no nos ponemos de acuerdo", le dijo a Baron, que replicó recordando que el alcalde siempre se ha mostrado poco partidario de proponer cambios al pleno para evitar esta acusación. "Si yo quisiera limitar las intervenciones aplicaría el reglamento y pondría un reloj", añadió Baron. "No es el grupo de CiU quién alarga los plenos", contestó Mora, que finalmente se apropió de la idea de concentrar las intervenciones de los vecinos al inicio del bloque de los ruegos y preguntas. "No acabo de entender su propuesta", dijo entonces el alcalde ante el cambio en el discurso de la cabeza del grupo nacionalista, "pero al menos hay unanimidad en que hay que hacer algo". El debate se cerró con esta voluntad por las concreciones tendrán que esperar a un próximo encuentro de los portavoces de los grupos municipales.
CiU apoyaba a la propuesta presentada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mataró (FAVM), que sugirió que las entidades pudieran intervenir en la parte inicial del pleno, entre los bloques de las declaraciones institucionales y los dictámenes. El alcalde no aceptó el ruego defendiendo, una vez más, que priorizar la participación ciudadana en el pleno puede desvirtuar su carácter de máximo órgano de gobierno y de debate político. "No podemos pervertir su funcionamiento, los dictámenes son la parte esencial del pleno porque después tienen una traducción administrativa", recordó. Baron explicó también que había presentado una propuesta a la última Junta de Portavoces para racionalizar el pleno. Su propuesta pasaba limitar a una por grupo municipal tanto las declaraciones institucionales -el debate de las cuales no tiene ninguna relación directa con la ciudad- como las propuestas de resolución, así como limitar a una docena las preguntas y ruegos. El alcalde, además, añadió que se valoraba positivamente una propuesta hecha por el regidor de la CUP Xavier Safont-Elige de concentrar todas las intervenciones vecinales a primeros del bloque de ruegos y preguntas.
El líder de CiU, pero, interpretó la propuesta del alcalde como un intento de recortar las intervenciones de los grupos municipales: "Queda claro porque no nos ponemos de acuerdo", le dijo a Baron, que replicó recordando que el alcalde siempre se ha mostrado poco partidario de proponer cambios al pleno para evitar esta acusación. "Si yo quisiera limitar las intervenciones aplicaría el reglamento y pondría un reloj", añadió Baron. "No es el grupo de CiU quién alarga los plenos", contestó Mora, que finalmente se apropió de la idea de concentrar las intervenciones de los vecinos al inicio del bloque de los ruegos y preguntas. "No acabo de entender su propuesta", dijo entonces el alcalde ante el cambio en el discurso de la cabeza del grupo nacionalista, "pero al menos hay unanimidad en que hay que hacer algo". El debate se cerró con esta voluntad por las concreciones tendrán que esperar a un próximo encuentro de los portavoces de los grupos municipales.